A Ramón Emeterio Betances, colaborador de José Martí y que, ya anciano, representó al Partido Revolucionario Cubano en la comunidad cubana de París, se le atribuye una exclamación desgarrada tras el levantamiento del 24 de febrero de 1895 en Cuba: «¡Qué hacen los puertorriqueños que no se rebelan!»