Los afectados no pueden entender la decisión del Tribunal de Cuentas de revocar la condena a Ana Botella
En el duermevela de una noche de 2015, tras varias horas dando vueltas en la cama pensando en lo que había sucedido con su piso, por fin, agotada, María Jesús Almena, de 49 años, pudo quedarse dormida. Y lo que soñó fue que Ana Botella les dejaba desnudos a ella y a su familia. Literalmente. Aquella imagen generada por su mente era el resultado de meses de preocupaciones y desvelos, de no saber qué iba a pasar con su vivienda, con su familia, con su situación.