La Guardia Civil ha desmantelado en Zaragoza una banda de narcotraficantes que manejaba tres grandes plantaciones de marihuana, situadas en el interior de naves industriales ubicadas en las localidades de Cuarte de Huerva y El Burgo de Ebro. Tenían capacidad para obtener cosechas anuales por valor de cuatro millones de euros. La operación se ha saldado con ocho imputados en total: cuatro vietnamitas, tres españoles y un francés. Se trata de seis hombres y dos mujeres, de edades comprendidas entre los 26 y los 39 años.
La intervención de la Guardia Civil ha permitido intervenir 4.472 plantas de cannabis en diferentes estados de crecimiento y multitud de elementos necesarios para su cultivo valorados en más de 60.000 euros. Además, ha destapado un fraude eléctrico de casi 300.000 euros, ya que se suministraban de forma pirata de la red de alumbrado público.
Tenían tres plantaciones, en otras tres naves industriales, dos de ellas en Cuarte y la tercera en El Burgo. Las instalaciones estaban cuidadosamente montadas para obtener la máxima producción y las habían dotado de especiales medidas de seguridad, incluido un sistema de fuga por el tejado en caso de tener que escapar de las fuerzas de seguridad. De hecho, dos de los detenidos fueron detenidos precisamente cuando intentaban huir por la cubierta de una de esas naves industriales.
La organización tenía infraestructura necesaria para obtener cuatro cosechas al año de más de 3.000 plantas de marihuana en cada una de ellas, equivalente a unos beneficios de más de cuatro millones de euros, según han indicado fuentes de la Guardia Civil.
Las mismas fuentes han indicado que la investigación arrancó en febrero y ha culminado esta semana con la detención e imputación de los miembros de esta banda. A todos ellos se les imputan delitos de pertenencia a organización criminal, narcotráfico y defraudación de fluido eléctrico.
Momento de la detención de dos de los detenidos en esta operación
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Guardia Civil
«La red estaba perfectamente estructurada», han indicado desde la Guardia Civil. El líder de la banda era un español, que dirigía la organización junto a su socio francés. «Se encargaban de reclutar a personas de nacionalidad vietnamita, a través de anuncios en internet, y una vez en España los trasladaban a las naves, donde se les suministraba todo lo necesario para el montaje de las instalaciones, su cuidado y los medios de subsistencia». Los tenían alojados allí, para prácticamente no tuvieran ningún contacto con el exterior.
Durante los registros se comprobó que los cuatro vietnamitas detenidos vivían en pequeños habitáculos que se les habían asignado en esas naves, para que estuvieran allí de forma permanente, dedicados íntegramente al cuidado y vigilancia de la plantación y a procurar las máximas cosechas.
Las mismas fuentes han explicado que el líder del grupo y su socio francés, junto con otras dos mujeres, se encargaban de localizar naves para alquilar en polígonos industriales con la excusa de instalar almacenes textiles. Se presentaban en nombre de una empresa francesa ficticia.
La operación, denominada «Monteperdido», ha sido desarrollada por el equipo de policía judicial de la Guardia Civil con base en Casetas. En los registros y detenciones contaron con la colaboración de agentes de la Policía Local de Cuarte y bomberos de la Diputación de Zaragoza.
