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A tres días para que arranque la XXVI edición del Sónar,
la celebración del festival barcelonés podría verse afectada por el conflicto que desde hace unos días enfrenta a Fira de Barcelona, en cuyas instalaciones se celebra el certamen, y los trabajadores encargados del montaje de los escenarios, también conocidos como «riggers».
Estos últimos, de huelga desde el pasado 11 de julio, han conseguido ahora que el juez admita a trámite su denuncia por presunto vulneración del derecho a huelga después de que Fira de Barcelona haya optado por contratar a otras dos empresas para sustituir a los trabajadores que secundan el paro. El magistrado podría ahora decretar medidas cautelares como la paralización de los trabajos de montaje de los escenarios del Sónar que actualmente se están llevando a cabo.
Los montadores esperan una «solución» por parte de Fira antes de este martes por la mañana, y han asegurado la empresa se ha negado a sentarse en la misma mesa que los «riggers». También consideran que la normal celebración del Sónar peligra tanto si se toman medidas cautelares desfavorables a Fira, como si esta contratación externa no se suspende, ya que se encargarán de montar el Sónar personas que no lo hacen habitualmente y con la misma rapidez.
«Si hubiera un acuerdo, el Sónar se podría celebrar haciendo los 'riggers' un sobreesfuerzo que están dispuestos a hacer. Si nos esperamos a mañana y el juez dicta medidas cautelares paralizando el montaje, nos quedamos sin margen», han considerado los trabajadores, que consideran vulnerado su derecho a huelga al ser sustituidos por empresas ajenas e invisibilizada su parada.
Por su parte, fuentes del Sónar han explicado a Europa Press que el festival se sigue montando tal y como estaba previsto. «Nos consta que las partes van a seguir hablando para llegar a un acuerdo que no perjudique al festival», han agregado.
Días atrás, Fira de Barcelona aseguró que el Sónar se celebraría «con normalidad» pese a la huelga convocado por los montadores de escenarios de empresa UTE Rigging y ya avanzó que podría contratar a otras empresas para asegurar el montaje del festival, una posibilidad que, destacó, está prevista en el contrato con el proveedor actual.
El motivo del paro es reclamar que la subrogación de los contratos de los «riggers» forme parte del pliego de condiciones del concurso para las empresas que organicen eventos en las instalaciones de la Feria en Barcelona y Hospitalet de Llobregat. Los trabajadores denuncian que en el pliego ahora no hay ningún tipo de referencia a sus contratos y consideran que estos puestos de trabajo están «en evidente peligro» y reclaman que se ponga fin a la «precariedad» del sector.