Cuando el presidente López Obrador estaba en campaña dijo, para convencer a los votantes, que confiaran en él, que él, a diferencia de sus antecesores, no mentía; en corto, que decía la verdad.
Al tomar la presidencia, López Obrador eligió cambiar algunas de las convenciones del actuar político.
Desde la duración del discurso de posesión hasta el contenido del mismo, desde los comunicados cada mañana en Palacio Nacional hasta la celebración por su victoria electoral el pasado 1 de julio, AMLO ha optado por reinventar las formas y nos ha dicho que esta transformación es lo mejor que le puede pasar al país.
No obstante, muchos no han visto un cambio positivo. Muchos ven errores.
Ese es exactamente el punto, que la evidencia queda relegada. No solamente hay una manipulación de la información, sino que también se busca controlar la percepción, pero no sólo de la información, sino de la realidad en general.
Los cambios realizados a partir de la toma de posesión parecen estar dirigidos a crear esta idea de positividad y se empezó a defender sin cesar que lo emanado del nuevo régimen, sólo por declararlo, es bueno porque surge de éste y de un cambio.
Aquí no importan los resultados concretos o las consecuencias que producen los cambios.
La declaración de que en México se ha dado fin al neoliberalismo es un ejemplo.
El neoliberalismo no es en sí como una amistad que se clausura, sino una forma de desarrollo que, para decirlo con una metáfora de Moby Dick, persigue a todos los peces que andan sueltos para convertirlos en peces atrapados.
Es la forma de desarrollo predominante en el planeta y México no puede salir de esta red de relaciones sólo porque su presidente lo diga.
Esta declaración, pese a la posible reorientación real o imaginaria de las políticas del estado, tiene una carga emotiva “muy positiva”.
Más la ya conocida actitud de AMLO de descalificar sin ofrecer respuestas satisfactorias a quienes lo interpelan nos presenta a un individuo que vive en una realidad alterna que los demás deben aceptar sin una base de la razón. Eso es gaslighting a nivel nacional.
