Que varios gomezpalatinos que saldrán de la nómina municipal y que no tienen posibilidades de integrarse a la nueva administración, están sumándose a un movimiento político nacional que difícilmente tendrá fuerza en La Laguna, pues el impulso lo tienen todos los ex priistas llegados a MORENA.
Que el futuro gobierno de la ex priista y neomorenista Marina Vitela tendrá que ser estratégico y de alianzas, pues el pequeño margen de triunfo con el que ganó tiene que ser su fortaleza para sumar y no su amenaza ante un gobierno estatal que no la ve como aliada. De hecho, Vitela no ha hecho gran cosa para fortalecer los lazos.
Sus hombres más cercanos abiertamente son Juan Ávalos, Omar Castañeda y Cuauhtémoc Estrella, quienes tendrán una gran labor ante los arrebatos de poderío que le pudieran invadir sin que se le olvide, que la asistencia es fundamental como en el quirófano.
Que las diferencias entre los representantes del Partido Morena en Coahuila no pueden pasar por peor momento. Por un lado, Raúl Yeverino, presidente del Consejo Estatal, acusa a la diputada federal Miroslava Sánchez de desviar un millón y medio de pesos que recibieron como prerrogativas de las autoridades electorales.
Yeverino, junto con José Guadalupe Céspedes, líder morenista en la entidad, acusan a Miroslava de arrepentirse de haber renunciado como dirigente estatal de Morena. Por su parte, Miroslava emite desesperados llamamientos a la militancia para desconocer tanto a Raúl Yeverino como a Lupe Céspedes.
Como consecuencia, el Instituto Electoral de Coahuila resolvió retener las prerrogativas que le corresponden al partido del presidente Andrés Manuel López Obrador, hasta en tanto no se aclare la situación y el CEN de MORENA no defina a quién reconoce como presidente de ese instituto político en Coahuila. Si así van a estar a la hora de elegir candidatos a diputados locales para las elecciones del año entrante así les irá.
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