Es la historia del viaje astronómico de una virgen que consiguió unir ciencia y creencia. La misión del Apolo XI era entonces llevar al hombre a la luna. La del padre de Rafael, que su patrona también diera ese gran paso para la humanidad. La misión espacial fue todo un éxito para estos pioneros de Pozoblanco, en Córdoba. Firmadas de su puño y letra llegaron al pueblo las estampas. Su virgen había conseguido pisar la luna. Una carrera espacial que llevó a lo más alto a Pozoblanco y a su Virgen de Luna.