Sergio Rodríguez, de 33 años y 1,90 m, aún no sabe si seguirá en el CSKA, con el que acaba de proclamarse campeón de la Liga Unificada (VTB) y de la Euroliga, donde fue clave para que el equipo ruso diera la vuelta a un partido casi perdido en la semifinal ante el Real Madrid. El diario ruso Izvestia asegura, y cita fuentes del club moscovita, que el Chacho no continuará en el equipo porque la intención es apostar por un proyecto rejuvenecido. De Colo y Higgins han dejado la plantilla y el recién renovado Clyburn cogerá más galones. El CSKA, sin embargo, ha informado hace unas horas al base tinerfeño de que sí que cuenta con él para la próxima temporada. Es decir, que si es el jugador el que quiere irse tendrá que indemnizar al club.
El Chacho llegó a Moscú en el verano de 2017 tras dejar el Madrid en julio de 2016 y pasar una temporada en la NBA, en Filadelfia, en los Sixers. Firmó por tres temporadas aunque para la tercera, la que debería encarar a partir del próximo mes de septiembre, se recoge una cláusula liberatoria ejecutable por cualquiera de las dos partes (club o jugador) de 450.000 euros y que caduca esta semana. El que la ejerza tendrá que abonar el dinero pactado, salvo que se llegue a otro tipo de acuerdo en los próximos días.
El base no ha entrado, pese a su deseo de volver a vestir de blanco, en los planes del Madrid, que ya tiene a Campazzo, Llull y Laprovittola en ese puesto, y algunas fuentes apuntan ahora al interés del Armani Milán. Pero su futuro también podría estar en España, de regreso a la Liga Endesa. El Valencia y el Unicaja han pugnado por su fichaje. En Málaga, por ejemplo, estaban dispuestos a aumentar el presupuesto para contratarle, pero en estos momentos el club de Los Guindos parece tener menos opciones. El hecho de que no juegue la Euroliga también es un factor en contra.
