La selección de Perú llegaba a una final luego de 44 años, pero no tuvo la suerte de los campeones. Fue incapaz de aprovechar en el choque decisivo la vida extra que le dio el formato de este torneo al permitirle clasificar como tercero, y tampoco sacó ventaja cuando tuvo un hombre de más sobre la cancha por más de veinte minutos. Brasil, en casa, no aguantaría otro “Maracanazo”.