El partido de extrema derecha Amanecer Dorado, que aunque existía anteriormente se creó como partido en 1985, se ha hundido este año. Llegó a tener el 7% de los votos en las elecciones de 2012, convirtiéndose en el tercer partido del país. Se mantuvo entre el 7 y el 4,1% hasta el definitivo batacazo de este domingo: no superó el 3% a nivel nacional (2,93%).
Las razones son varias: la primera es que cada vez se conocen más detalles sobre el macrojuicio contra los dirigentes y miembros de esta organización, acusada de ser una organización criminal. Están acusados de asesinatos, amenazas, chantajes… Un juicio que comenzó el 20 de abril de 2015 y se arrastra desde entonces debido a su complejidad, a la cantidad de acusados (69, entre los que se encuentran antiguos diputados del partido, comenzando por su secretario general, Nikos Mijaloliakos, y su mano derecha, Ilias Kasidiaris) y de testigos, así como al número de abogados. Y a las necesidades de seguridad que hicieron cambiar varias veces de sala.
Lo que se escucha en la sala ha hecho que muchos miembros de las fuerzas del orden se hayan distanciado de esta formación política. Ya están declarando los testigos y los acusados del asesinato del rapero Pavlos Fissas (que fue asesinado en septiembre 2013) en el barrio obrero de Keratsini, a las afueras del Pireo. Y su madre, Magda Fissas, está presente todos los días del juicio. Y conociendo los resultados electorales, comenta que «los acusados y sus abogados dejarán de tener la arrogancia que tenían como tercer fuerza en el parlamento elegidos por el pueblo». Ahora esto «se corrigió», afirma Magda, que se muestra mas optimista.
El partido se queda sin fondos
El segundo motivo es que la organización se está quedado sin financiación: en los años de la crisis y gracias a donaciones privadas y a la financiación parlamentaria, Amanecer Dorado tenía muchos seguidores a los que ayudaba. Desde comida gratis a las familias mas necesitadas (eso sí, solo si enseñaban su carnet de identidad griego) hasta unos jóvenes que acompañaban a los mas ancianos al banco y de vuelta a casa, para que se sintieran seguros. Esto se acabó. Y aunque en las elecciones europeas de mayo consiguieron un modesto 4,88% (equivalente a 275,822 votantes), su único eurodiputado Yannis Lagós no pudo acudir a Bruselas: pesa sobre él una prohibición de abandonar el país, ya que es uno de los acusados.
Finalmente se levantó esta prohibición mediante una decisión del consejo de la Corte de Apelaciones de Atenas con restricciones: volar solo del aeropuerto de Atenas a destinos definidas (Bruselas, Estrasburgo y Luxemburgo), presentándose tres veces al mes ante la Embajada del país donde reside en el extranjero y documentando la necesidad de sus viajes. Y cada dos meses debe presentarse ante la comisaría de Pérama.
La tercera razón es que el nuevo partido nacionalista Solución Griega, de Kyriakos Velópulos, le ha «robado» todos los votantes nacionalistas y cercanos a la Iglesia ortodoxa. Nada menos que 208.805 votantes, equivalentes al 3,7% de los votos.
Ni asilo parlamentario ni financiación
El no haber resultado elegido tiene unas repercusiones catastróficas y directas: con diputados en el parlamento no solo había financiación del partido, sino que cada diputado (en las elecciones de septiembre 2015 ya solo tenían un 4,1% y 11 diputados) aportaba cinco funcionarios, algo muy útil. Y sobre todo, sus dirigentes han perdido la inmunidad parlamentaria.
Por eso el secretario general, Nikos Mijaloliakos, ha anunciado esta mañana que «después del escandaloso resultado electoral, en el que aparece Amanecer Dorado fuera del Parlamento por unos pocos votos, el servicio legal del partido va a poner en marcha todos los trámites legales para el recuento de los votos en todo el país, colegio electoral por colegio electoral, urna por urna». Porque considera que hay una conspiración contra «la voz de la verdad, la voz de los griegos nacionalistas».
Y el líder de Amanecer Dorado ha dejado un vídeo en la página web de su organización en el que, aparte de agradecer a los más de 150.000 «orgullosos griegos» su voto, avisa a enemigos y «amigos» (lo dijo así, con comillas) que Amanecer Dorado «no ha terminado» y que «la lucha a favor del nacionalismo continúa», volviendo «a las calles y a las plazas, ahí donde nos hicimos fuertes, para librar una lucha contra el bolchevismo y el capitalismo salvaje que viene». Avisados quedan los griegos.