El movimiento LGTBI pide al partido naranja una reflexión sobre sus pactos
El sábado, el Orgullo se topó con un conflicto provocado por la presencia de Ciudadanos, a pie tras una pancarta naranja, en la marcha en Madrid. Hubo gritos, insultos, una sentada pacífica para impedir el paso de la comitiva del partido naranja que retrasó la salida de las carrozas más de una hora y media y algún lanzamiento de agua, botellines de plástico y latas de cerveza vacías. La Policía acabó por escoltar a los políticos fuera de la manifestación y disolvió la sentada espontánea.