Tres cosas elementales, de primero de parvulitos de democracia: 1. -Un ministro del Reino de España representa a todos los españoles, no solo a los de su cuerda política. 2. -Debido a lo anterior, un ministro en ejercicio no puede comportarse como un militante exaltado de un partido y lanzarse a insultar a sus adversarios ideológicos. 3. -Un ministro, y muchísimo menos el de Interior, jamás puede permitirse declaraciones que justifiquen y animen acosos callejeros contra sus rivales políticos.
Fernando Grande-Marlaska, de 56 años y juez de profesión, es nuestro ministro del Interior. En su trayectoria se ha distinguido por su excelente trabajo contra ETA como magistrado y por la defensa de los derechos de los homosexuales, cuya orientación sexual comparte....
Ver Más