Nadie pudo con ellas. La selección de Estados Unidos conquistó su cuarto título del Mundial Femenil manteniéndose como el equipo más ganador de toda la historia en esta competencia.
Luego de vencer a Holanda en el Parc Olympique Lyonnais con marcador de 2-0, las estadunidenses, comandadas por Alex Morgan, levantaron su cuarta Copa del Mundo en una página más en la historia del futbol femenil.
El crecimiento de la selección de las barras y las estrellas atraviesa uno de sus mejores momentos luego del declive en campeonatos mundiales que sufrió a partir de la justa de 2003, donde registró dos terceros lugares consecutivamente y un subcampeonato. Para el Mundial celebrado en Canadá en 2015, Estados Unidos regresó a la cima del futbol femenil conquistando un nuevo título y ahora, en Francia, mantuvo la hegemonía como el gran monarca del balompié rosa.
El primer Mundial femenil significaría también el arranque de la historia de triunfos de la selección estadunidense. Michelle Akers se convirtió en la mujer que puso la primera piedra en el camino del éxito de Estados Unidos, al marcar los dos goles que le darían la victoria sobre Noruega (1-2) y así poder levantar su primera Copa del Mundo.
En la primera Copa del Mundo celebrada en América del Norte, Estados Unidos buscaba redimirse ante su afición, ya que en la edición anterior a esta finalizaron en el tercer lugar de la competencia.
Sin embargo, en 1999 lograron su cometido y regresaron a la cima del éxito al vencer a China por 5-4 en tanda de penales.
CANADÁ 2015
Luego de varios años de ausencia como el máximo exponente del futbol femenil, en su país vecino recuperaron la etiqueta de ganador al conquistar su tercera Copa del Mundo, posicionándose así como el equipo que más veces la ha obtenido.
Con un contundente marcador de 5-2 sobre Japón, Estados Unidos recuperó el campeonato del mundo; las anotaciones corrieron a cargo de Carli Lloyd, Lauren Holiday y Tobin Heat.
Luego de mantener un paso perfecto, digno de las campeonas defensoras, las estadunidenses llegaron a la Final sin conocer la derrota y con únicamente tres goles en contra.
Así, luego de vencer a Holanda por 2-0, Estados Unidos conquistó su cuarto título en una Copa del Mundo, manteniendo la insignia del equipo más galardonado en esta competencia.
