Hace ya algunos días se dio a conocer que la empresa de venta de de videojuegos Gamers desaparecerá y todas sus sucursales se convertirán en Game Planet.
Esto lejos de ser una sorpresa debido a las malas ventas que reflejaba la empresa que ahora desaparece en comparación con su competidor, es más un golpe al bolsillo de los fanáticos de los videojuegos y de los mundos virtuales encontraban en este negocio un espacio moderadamente más barato que Game Planet al buscar algunos videojuegos, tanto en títulos nuevos cómo seminuevos, pues se mantenían más accesibles al presupuesto de los compradores.
La absorción de estás tiendas por parte de Game Planet abona a un monopolio que ya se venía cimentado por esta empresa de venta de videojuegos.
No sólo cuenta con una cantidad considerable de títulos de todas las diferentes consolas del mercado; sino que también tiene una amplia oferta en artículos coleccionables y de diferentes productos como ropa y juguetes, solo que los ofertan a precios que muchas veces son excesivos, pues son artículos que por encontrase en espacios comerciales de otro nivel de compradores, suelen aumentarlos de acuerdo a sus intereses.
Tampoco quiere decir que las tiendas Gamers fueran un ejemplo a seguir en la oferta de videojuegos.
Muchas veces sus opciones eran limitadas, sin embargo tenían una amplia oferta de juegos seminuevos y eso daba a los compradores una opción más accesible para poder adquirir sus productos.
Además de que poco a poco comenzaban a incursionar en la venta de accesorios y otro tipo de mercancía que ampliaba la oferta para los fanáticos.
Esta situación se vivió igualmente hace algunos años con la banca rota de Blockbuster y sus filiales de videojuegos Game Rush, que en México fueron los primeros en implementar el trueque de videojuegos aceptando los juegos usados de sus compradores a cuenta de títulos nuevos.
Sin embargo eso fue un reflejo de la situación de Blockbuster a nivel mundial y su inminente desaparición.
Con la absorción de estás tiendas por Game Planet no sólo se reduce una opción más en el mercado de los videojuegos, sino que se cimenta su monopolio en México.
Recordando a Gamela en los inicios de la década de 1990 que pese a que no contaba con tiendas dedicadas a la venta al público eran y se mantienen como una de las pocas empresas que importan estos juegos electrónicos para ponerlos a la disposición de las diferentes tiendas en todo el país, manteniendo el emporio de unos cuantos en esta comercialización de videojuegos.
Pese a esto también hay que reconocer que los jugadores poco a poco comienzan a migrar a la compra de títulos en forma digital.
No sólo suelen ser más accesibles sino que no es necesario ocupar un espacio físico de un disco o un blu-ray.
Algo que también fomenta el cuidado del medio ambiente al no generar más basura tecnológica que muchas veces deprecia su valor de manera impresionante para aquellos que no son coleccionistas de videojuegos.
teodoro.santos@milenio.com
