Dadas las diferencias entre Carranza y Villa, el Gral. Pablo González, promovió una reunión entre las partes, la cual se llevó a cabo en Torreón, Coahuila del 4 al 8 de julio; por los carrancistas Antonio I. Villarreal, Cesáreo Castro y Luis Caballero, por los villistas, Ing. Manuel Bonilla, Dr. Miguel Silva y general José Isabel Robles quienes aprobaron, por unanimidad nueve acuerdos, que llamaron generales, y otros, de carácter privado. Los seis más importantes:
1.- La División del Norte reconoce como Primer Jefe del Ejército Constitucionalista al señor Venustiano Carranza y solemnemente le reitera su adhesión.
2.- El señor general don Francisco Villa continuará como Jefe de la División del Norte.
3.- Las Divisiones del Ejército Constitucionalista recibirán de la Primera Jefatura todos los elementos que necesiten para la pronta y buena marcha de las operaciones militares, dejando a la iniciativa de sus respectivos jefes, libertad de acción en el orden administrativo y militar, cuando las circunstancias así lo exijan; pero quedando obligados a dar cuenta de sus actos, para su ratificación o rectificación por parte de la Primera Jefatura.
4.- El Presidente Interino de la República convocará a elecciones generales al triunfo de la Revolución y entregará el poder al ciudadano que resulte electo.
5.- El primer jefe militar de cada Estado convocará a elecciones al triunfo de la Revolución.
6.- Al asumir la Presidencia de la República, el Primer Jefe del Ejército Constitucionalista, de acuerdo con el Plan de Guadalupe, convocará a una convención que tendrá por objeto fijar la fecha en que se verificarán las elecciones y discutir el programa de gobierno que deberán poner en práctica los funcionarios que resulten electos, y los demás asuntos de interés general.
En cuanto a los acuerdos particulares: que la División del Norte fuera elevada a la categoría de Cuerpo de Ejército, que el general Villa fuera ascendido a divisionario, y que el general Felipe Ángeles fuera repuesto en su cargo de Subsecretario de Guerra y Marina. Carranza, respondió el 13 de julio de 1914, que los aprobaba en lo general, pero no estuvo de acuerdo con ninguno de los propuestos en lo particular.
Así fracasó este intento, fue el preámbulo de la lucha entre los Constitucionalistas y Convencionistas.
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