La exalcaldesa dice que la falta de apoyo de Podemos "pudo ser decisiva" en el resultado electoral y sostiene que "la sociedad española es mucho mejor que los políticos"
La mansión que los fabricantes de bulos atribuyeron a Manuela Carmena es una casita en un barrio madrileño de clase media, con un jardín minúsculo aunque suficiente para que crezcan las hortensias y las azaleas. En esta calurosa mañana de julio, Carmena (Madrid, 75 años) se dispone a salir para hacer el papeleo que le permitirá recuperar su pensión, suspendida en los cuatro años que ejerció de alcaldesa. "En lo personal me encuentro bien, con toda la energía que sueles tener cuando haces un cambio de vida", comenta. Dice que solo siente pena por ver cómo se desmantelan a toda prisa algunos de sus proyectos municipales, empezando por el de Madrid Central. Aunque pocas horas después le llega la buena noticia de que un juez ha ordenado reactivarlo.