En una de las mesas del Café Comercial, donde se han celebrado decenas de tertulias literarias, Máximo (antes Maxim) Huerta reivindica su propia vuelta a los orígenes, empezando por el nombre. «Máximo es algo emocional, es volver a casa, no es más que recuperar mi nombre, el del DNI. Max, Maxi es como me llaman en casa, Máximo si se ponen serios», bromea el periodista. Aunque la biografía con que lo presenta RTVE habla de una actividad «polifacética, del periodismo a la novela, el teatro, el dibujo y la fotografía», fue también el primer ministro de Cultura de Sánchez, el más breve de la democracia, que dimitió cuando se publicó que había sido sancionado por pagar sus impuestos a través de una sociedad instrumental.
Este lunes, tras un año alejado de los focos, estrena en La 1 «A partir de hoy» (a las 12.25 horas), un magacín de actualidad y entretenimiento dirigido y realizado por Julia Varela y Ángel Redondo, respectivamente. Junto a él estarán Olga Viza, Gemma Nierga, Lorenzo Caprile, Juanma Iturriaga, Mónica López, Tony Aguilar, Ana García-Siñériz, Boris Izaguirre, María Gómez, Carlos Córdoba, Santiago Segura y Jacob Petrus, entre otros.
P - En su entrevista en «El programa de Ana Rosa» contó que sufrió depresión y agorafobia. ¿Lo ha superado?
R - Ahora estoy bien, muy feliz. Al final el ministerio del tiempo lo cura todo. La política es un buen episodio pasado.
P - Ahora, con distancia, ¿lo ve así?
R - Sí, porque de todo se aprende. Cuando digo que no me importaría volver quiero decir que estoy orgulloso de todo lo que he hecho, de cómo lo he hecho y de lo pasos que he dado.
P - ¿Los años en el foco mediático no inmunizan de las opiniones externas?
R - Si me hubiera puesto a quejarme de cada titular, no vivo. Hay mucho juicio y prejuicio. De todo esto no te inmunizas. Trabajo en la tele, pero soy periodista como los demás.
P - ¿Por qué ha decidido volver ahora y por qué a TVE?
R - Voy con las pilas cargadas y me he enamorado del proyecto y de la productora (Catorce). En TVE ya disfruté con «Destinos de película» y de las muchas propuestas que me han llegado esta me parece elegante, divertida y que encaja conmigo. Doy gracias a todos los que han pensado en mí, pero no era el momento o yo no estaba tan fuerte.
P - Pero la cadena pública es un lugar donde todo el mundo pone el foco.
R - Solo sé escribir o presentar. Tengo dos opciones y soy periodista, así que la palabra es mi arma. Si ponen más el foco, bienvenido sea, ojalá sea para bien y haya muchos espectadores. La atención es normal, TVE es la pública.
P - ¿Le sorprende el debate sobre su sueldo en TVE?
R - Depende de cómo titules. Mi sueldo está en la línea de las cadenas públicas. Nada que ver con los de las privadas, donde se gana más. Tal y como lo enfocaron era una maniobra para señalar, más que informativa.
P - ¿Se van a meter en temas políticos?
R - Si surge sí, aunque no es el objetivo, para eso están los Telediarios y «La mañana». No hace falta dar la matraca. Repetirse es atosigar al espectador.
P - ¿Le preocupa que su pasado político lo desacredite como periodista objetivo?
R - Muy poco. No hay periodistas objetivos, sino honestos, lo que hay que ser.
P - ¿Le reconcilia el proyecto con su faceta de presentador de temas ligeros o crónica rosa?
R - Nos acordamos de lo último. Tampoco puedo ir repitiendo mi currículum. Empecé en prensa local, tengo casi 50 años, he trabajado en la «Hoja del lunes», he dirigido periódicos, he sido reportero, redactor en Canal 9 y Telecinco. Que me recuerden una parte porque fue brillante o llamativa no me importa, forma parte de tu trayectoria.
P - ¿Ha hablado con Pedro Sánchez?
R - Sí, y le di la enhorabuena. De mi vuelta a la tele no hablamos, hay cosas muy importantes en el país.
P - Llega a una TVE con unas audiencias en mínimo histórico.
R - Es una televisión de calidad que lo hace muy bien, y creo que una cadena pública debe pensar en la calidad más que en la cuota, que es muy importante. Y en entretener, informar, hacer televisión variada y diferente. Hay que competir, pero el objetivo es la calidad.
P - ¿Y se está consiguiendo?
R - Yo creo que sí.
P - ¿Qué le parecen los cambios de Rosa María Mateo?
R - La he admirado toda mi vida. Es sensata y calmada. El rumbo de los telediarios es muy bueno, muy plural y el tono me parece correctísimo.
P - «A partir de hoy» es un formato veraniego. ¿Tiene fecha de caducidad?
R - Ojalá guste, pero mi objetivo es este periodo.
P - ¿Y luego?
R - Tengo que corregir una novela, acabo de publicar «Intimidad improvisada» y siempre pienso en la siguiente.
P - ¿Le gustaría gestionar TVE?
R - Yo tenía mil ideas para el Ministerio. Cuando llego a un proyecto, como ahora, lo hago con mucha ilusión. Las responsabilidades es bueno aceptarlas, no pensar que siempre las hagan los demás. Somos muy perezosos.
P - ¿Siente que esa responsabilidad política le superó?
R - No me dio tiempo a hacer, a crear e ilusionarme, pero siempre va a ser un episodio importante. Estoy orgulloso de haber estado.
P - Ana Rosa Quintana dijo que si no hubiera salido de la tele quizás no se hubiera visto forzado a dimitir.
R - Las miradas desde la prensa a la televisión están llenas de prejuicios, como si los presentadores no fueran periodistas. He aprendido más de periodismo que de política. Ana Rosa siempre tiene razón.
P - ¿Volvería a la política?
R - Decir lo contrario sería renegar. Estoy orgulloso de todo, de haber estado en el sofá de Ana Rosa, de ser ministro y de hacer canciones en mi habitación. Uno es todo lo que ha hecho y arrepentirse no sirve de nada. La vida es a partir de hoy.
