Contaba en su día el propio J.A. Bayona (44 años) que el rodaje de «Lo imposible», en 2010, tuvo momentos verdaderamente «imposibles». Tan es así, que más de una vez acabó llorando en brazos de Naomi Watts. Por aquel entonces, y más allá de que en ocasiones se antojara un manojo de nervios, hacía tiempo que había dejado de ser un chico de barrio (la Trinitat Vella, en Barcelona), para convertirse en una de las promesas más rutilantes bajo el sol de California. Una década después, y tras hacerse público esta semana que
acaba de ser elegido para dirigir los dos primeros capítulos de «El señor de los anillos»
(Amazon), puede decirse que ya ha encontrado su lugar en el establishment de Hollywood o, lo que es lo mismo, en el cine mundial.
El primer puente se lo tendió Guillermo del Toro cuando le conoció en el festival de Sitges. Y la última bendición se la ha concedido
Peter Jackson, productor de la serie y realizador cinematográfico
de la trilogía inspirada en los libros de Tolkien. La apuesta de Amazon por la serie «El señor de Los anillos» convierte a Bayona en el director con el mayor presupuesto televisivo hasta la fecha: 900 millones de euros para cinco temporadas. Todavía falta para que el proyecto vea la luz; sin embargo, como explica «Hollywood Reporter», la compañía debe darse prisa porque sus derechos expiran a finales de este año y pagaron por ellos 210 millones de euros.
El camino de J.A. Bayona hasta esta serie ha estado jalonado por los éxitos de «El Orfanato» (2007), «Lo imposible» (2010), «Un monstruo viene a verme» (2016) o la última entrega de «Jurassic Park» (2018) y, aunque no sigue la trayectoria de Pedro Almodóvar, pues su carrera se ha hecho principalmente en Hollywood, lo cierto es que entre ellos hay una enorme conexión. Ambos, además, son adictos al trabajo, incluso obsesivos; Bayona, sin embargo, es mucho más introvertido que el director manchego. Vive entre Los Ángeles, Londres y Barcelona y apenas se le ve en público, más allá de estrenos, promociones, festivales o actos relacionados con el cine. Su guardia de corps, además de su hermano gemelo Carlos, la forma su equipo de trabajo más cercano, en el que destaca su socia, Belén Atienza. No se le conoce pareja y todos los actores a los que ha dirigido hablan maravillas de él.
Un talento extraordinario
El primer gran estreno de Bayona fue en el Festival de Cannes, donde llegó con «El orfanato» y apadrinado por Guillermo del Toro, quien ofició como productor. «Cuando leí el guión, me di cuenta que Bayona era extraordinario. Luego, al platicar con él, descubrimos que teníamos en mente la misma película. Y ahí fue cuando decidí apoyarlo y no sólo eso, presentar su trabajo. Para mí, producir es como un flirteo y seguir a su lado es un matrimonio puro y duro: es decir, aquí estoy yo, Guillermo del Toro de Bayona. «Es un compromiso muy serio, pero creo que su cine es muy especial», explicaba tiempo atrás el cineasta mexicano a ABC. Y relataba comó le conoció, en Sitges, donde él presentaba la película «Cronos». «De pronto entró un niño a la sala de prensa y se sentó ahí diciendo que era de prensa, cosa que hasta la fecha no sé si era verdad (risas), pero supuse que tenía más de 10 años porque llevaba unas patillas bastante cutres. Lo que sucede es que compartimos una suerte de pasión por las bandas sonoras y pasaron los años, me visitó en "El Espinazo del Diablo" y nos hicimos amigos. Hasta que un día llegó con esa frase horrorosa que es "tengo un proyecto y tengo un guión que quiero que leas", que cuando escucho sé perfectamente que es precisamente el fin de una amistad. Pero cuando leí el guión, me di cuenta de estar delante de un talento maravilloso». Lo suyo ha continuado tan fresco como el primer día, amistad sincera en Los Ángeles, donde de vez en cuando se cuentan los proyectos y se los enseñan.
Alto secreto
Al frente del rodaje más importante de Amazon, el director español contará también
con la colaboración de Steven Spielberg
, otro de sus grandes valedores en Hollywood, al igual que otro pope de la producción, John Logan. «J. R. R. Tolkien creó una de las historias más extraordinarias e inspiradoras de todos los tiempos y, como gran fan del escritor, es un honor y un placer unirme a este increíble equipo», explicó Bayona en un comunicado. Por supuesto los secretos son clave para mantener la intensidad de los espectadores que esperan con ansiedad noticias de este nuevo viaje a la recóndita Tierra Media.
El director Steven Spielberg en el set de Disney's BFG,
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Doane Gregory
Juan Antonio y Piedad, los padres del cineastaEl chaval de «La Trini» que veía a los yonquis por la verja del cole
«Un día haré una peli sobre cuando íbamos al patio del cole y veíamos a los yonquis pincharse en la verja mientras nos comíamos el bocata de chóped. Era fuerte, pero no dramático». Estamos en 2008 y Juan Antonio Bayona se prepara para levitar por la alfombra roja: acaba de llevarse 7 de los 14 premios Goya a los que estaba nominada «El orfanato», su primera película y su carrera luce brillante y prometedora con la intensidad de las cosas recién estrenadas. Atrás quedaban sus videoclips para Camela, Raphael, Bunbury y OBK y atrás empezaban a quedar también unos orígenes humildes en la Trinitat Vella, uno de los barrios más humildes y deprimidos de Barcelona.
Un barrio marcado por la droga y por una cárcel que vivió en los 90 algún que otro motín sonado y aislado del resto de la ciudad -las obras del metro han revelado esta misma semana un déficit casi crónico de transporte público- del que, sin embargo, Bayona siempre ha hecho bandera. «Creo que en mí hay una manera de esforzarse que es muy de Trinitat Vella», aseguraba el cineasta hace casi una década. Normal que cuando en 2012 le llegó la hora de fundar su propia productora, el nombre no pudiese ser otro que Películas La Trini, en referencia al nombre con el que se conoce coloquialmente al barrio barcelonés.
Ahí, a un tiro de piedra de la Meridiana y de lo que años más tarde sería un infierno de polvo y hormigón para encajar la ronda y el Nus de la Trinitat, nacieron en 1975 Juan Antonio Bayona y su hermano gemelo Carlos. Años antes, sus padres y abuelos llegaron de Andalucía y se instalaron en unas barracas junto al río Besós. Su madre, Piedad Bayona, fue conserje durante años del centro cívico del barrio; su padre, con el que comparte nombre, trabajó toda su vida como pintor industrial, aunque en los 80 también realizó carteles de películas para los cines del grupo Balañá. «Siempre he pensado que es sorprendente que sólo una generación nos separa del hambre. Realmente es muy encomiable que la generación de nuestros padres ha sabido hacer un cambio muy grande, de vivir en una choza en un río a tener unos hijos que se dediquen al cine o al psicología», destacaría el director de «Lo imposible» años más tarde en una cita recogida en el libro «J. A. Bayona. De “El Orfanato” a “Jurassic World” en sólo una década».
Así que, por más que el paisaje no acompañase -aún hoy «La Trini» es uno de los barrios más pobres de Barcelona-, fue ahí donde Bayona empezó a desarrollar un talento alimentado por las clases de Luis Rey en la escuela Sant Josep Oriol; por las escapadas al ya desaparecido cine Urgel;o por providenciales secuencias como la de Christopher Reeve evitando que un tren descarrilase en «Superman». Fue, explica Bayona, su primer storyboard. Tenía 3 años. Con 11 su padre le compró su primer «Fotogramas» y ya no hubo vuelta atrás. Ayudó, y mucho, que su progenitor también fuese un entusiasta del cine y que no dudasen en rascarse el bolsillo para enviarlo a estudiar a una entonces recién nacida Escuela Superior de Cine y Audiovisuales de Cataluña (Escac), de donde salió propulsado.