Los bomberos de la Comunidad de Madrid continuaban ayer vigilando el incendio que ha afectado a los municipios madrileños de Cadalso de los Vidrios y Cenicientos. Entre otras tareas, los efectivos desplegados en la zona siguen apagando los escasos puntos calientes que salen a lo largo del día. Fuentes de Emergencias 112 explicaron a Efe que estas labores las están realizando cinco dotaciones del cuerpo de bomberos, más los retenes forestales. En total son 25 efectivos. Estos trabajadores lo que realizan fundamentalmente son labores de vigilancia en todo el perímetro y se dedican a apagar los escasos puntos calientes o tocones que van saliendo a lo largo de las jornadas.
Asimismo, ya se ha retirado también el dispositivo del Summa. Este viernes también abandonó este punto el puesto de control que estaba en Cenicientos. Desde entonces, todos los trabajos se controlan desde la sede de Emergencias 112 de la Comunidad de Madrid en Pozuelo de Alarcón. El incendio todavía no se da por totalmente extinguido.
El incendio forestal –el mayor desde que hay registros en la región– comenzó el viernes 28 de junio en una zona de cultivo con arbolado disperso en la localidad toledana de Almorox y fue controlado el pasado martes tras afectar finalmente a 2.186 hectáreas en la Comunidad de Madrid. Tras ser apagado, la Guardia Civil y el cuerpo de bomberos de Castilla-La Mancha serán los encargados de investigar las causas del incendio que se originó en el pueblo toledano.
Tal y como informó ABC el pasado viernes, las primeras pesquisas apuntan a que el origen puede encontrarse en una negligencia cometida, probablemente, en una caseta de una finca situada en la localidad toledana. Fuentes del caso indicaron que, aunque se descarta que pudiera ser intencionado, lo más probable es que estuviera detrás la mano del hombre por el mal uso de alguna herramienta o un cortocircuito en la instalación.
