Mientras las principales capitales europeas se llenan de jóvenes advirtiendo del cambio climático en los denominados «Fridays For Future», algo se mueve también en las entrañas del competitivo sector de la distribución. En los últimos meses son varios los emprendedores que se han lanzado a dar una respuesta a este «despertar verde» en forma de tiendas más respetuosas con el medio ambiente.
Si bien la venta de productos ecológicos o de comercio justo ya forma parte del paisaje habitual de los supermercados españoles, esta última vuelta de tuerca pone la mirada en los envases y envoltorios plásticos. No en vano, gran parte de los desechos que generamos salen de nuestra cesta de la compra. Asimismo, según denunció recientemente Greenpeace, ninguna de las grandes cadenas de distribución del país ha establecido aún medidas efectivas para avanzar en eliminación de estos plásticos.
Ante este panorama, jóvenes empresarios de Madrid o Barcelona han empezado a poner en marcha supermercados en los que los envases, bolsas, paquetes y cajas brillan por su ausencia. Allí, el cliente puede comprar hasta el papel de váter a granel. Este extremo, visto por los consumidores de menor edad como algo divertido y rompedor, recupera la forma en que llenaban las despensas nuestras madres y abuelas, que no veían nada raro en comprar a peso en mercados y ultramarinos.
UnPacked y Yes Future son dos supermercados nacidos recientemente en Madrid y Barcelona al calor de la rebelión contra el plástico. Ambos comparten elementos comunes, como que sus creadores vienen del sector de la moda -uno de los que mejor representa la destructiva vorágine consumista de las últimas décadas-. El cuidado de la estética y la predilección por los productos locales y socialmente responsables son otras de las señas características de estas tiendas que aún huelen a nuevo pero que ya aspiran a franquiciarse, crecer y expandirse impulsadas por la venta online y el «boca oreja».
En un solo local
«La idea surgió como respuesta a una necesidad personal mía. Quería cambiar mis hábitos de consumo pero vi que no podía hacer una compra 100% sin plástico en un mismo sitio», explica a ABC la creadora de UnPacked, María Arias. Esta licenciada en Derecho y Administración de Empresas resalta que los comercios sin plásticos son algo común en Alemania. También han empezado a ganar terreno en Estados Unidos, Holanda y Nueva Zelanda, donde son denominados «supermercados desnudos». «Es una forma de alertar a la población de la cantidad de plásticos de un solo uso que consumimos», añade Arias, cuya tienda tiene apenas un año a sus espaldas.
En la barcelonesa Yes Future ofrecen una variedad de productos que va de las galletas al detergente, pasando por el vino, las legumbres y hasta los cepillos de dientes. «Los clientes pueden traer sus envases y llenarlos. Se pesa, se cobran y se van con una compra ecológica, de proximidad y socialmente comprometida», resume Alejandro Martínez al explicar la filosofía de esta tienda abierta en 2017.
«El riesgo era que los clientes no entendieran el concepto pero gracias a Dios la gente está cada vez más educada. A otros les hemos cambiado el "chip" ayudándolos a reducir los envases que consumen», añade Martínez. Ariadna, una de las clientes del local explica que está tratando de reducir los residuos que produce. «Comprar aquí me aporta la tranquilidad de conciencia de saber que contamino menos. Si no tienes tiempo lo más fácil es ir a un súper convencional pero esto es un poco como una filosofía de vida», explica antes de confesar que, desde que está embarazada, piensa cada vez más en el futuro de las próximas generaciones. «El "súper" es a veces un reflejo de la sociedad. Las tiendas han recogido una tendencia social que pide trabajar por el medio ambiente», resume el doctor en ADE y consultor de la Universitat Oberta de Cataluña, Juan Carlos Gázquez. Como reconoce, ha llegado la era del «activismo de supermercado».