La joven que presuntamente sufrió una agresión sexual por parte de un grupo de adultos declara mañana en el juicio
El asfalto del camino de la Torre d'en Vinyes en Manresa (Barcelona) lleva días pintado de violeta intenso. Justo delante de las vallas que cierran el paso a una antigua fábrica abandonada alguien ha escrito en lila en el suelo: "No es abuso, es violación". El interior de este edificio en ruinas fue, en la noche del 29 de octubre de 2016, el escenario del presunto crimen cometido por la manada de Manresa, seis hombres de entre 19 y 26 años y otro de 39. Mientras uno miraba, masturbándose, el resto presuntamente violó a una niña de 14 años.