Paula Echevarría se ha mudado y su amigo Poty Castillo ha tenido el privilegio de ser uno de los primeros en ver su nuevo hogar. La construcción de la casa ha llevado tiempo. Por eso, hasta ahora han sido pocos los afortunados que han podido verla.
«Son amigos y a los amigos se les quiere como son», comentaba el coreógrafo sobre su amiga Paula y su pareja Miguel Torres. Los tres han creado una buena amistad que ha hecho que Poty llegue a guardar silencio sobre la futura casa de Echevarría y Torres, sin desvelar si han celebrado una fiesta de inauguración: «No, pero si la hubiera habido tampoco te lo diría». Su amigo no ha querido hablar mucho del tema y evadía las preguntas rápidamente como, por ejemplo, la de una posible boda entre la actriz y el exfutbolista: «No, por ahí no paso, me voy, estos temas me aburren».
Hace unas semanas, en el programa «Viva la vida» al que el escritor iba a presentar su nuevo libro, la presentadora Emma García le preguntaba a Poty sobre David Bustamante. Esta encerrona no le gustó nada ya que su relación con el cantante es nula desde hace un año, cuando saltaron las alarmas al ver que ambos no se seguían en las redes sociales. Este dato provocó la duda de si Paula seguía o no manteniendo relación con su amigo, pero demostraron públicamente que sí en una fiesta de Halloween donde el coreógrafo fue la pareja de baile de la actriz.
Un nuevo nido
La nueva casa de Paula se trata de una vivienda modular, con cuatro dormitorios, seis baños, una habitación de servicio, cocina con isla, jardín, piscina y garaje. Más de 500 metros cuadrados construidos y un precio que se acerca a los 1.200 euros por metro cuadrado.
«Ha sido un año de obras, pero se ha hablado tanto de ello que me han parecido como diez. Ya tenía ganas de mudarme y ya estoy ahí. Con cajas en los pasillos, sin mesa para poner la tele y con todas esas cosas que molan cuando estrenas una casa», confesó en mayo a «Hola» en un evento de Caldezonia en Ibiza.