La gira del beisbol de mayor nivel por el Reino Unido ha resultado gratificante para los fanáticos del rey de los deportes
Alguien debería aclararles algo a los fanáticos británicos: la mayoría de los juegos de beisbol no son como éste, ni siquiera aquéllos entre los Yankees y los Medias Rojas, que suelen ser muy especiales.
Las Grandes Ligas llegaron ayer a Europa con un tremendo festival de bateo. Cada equipo anotó seis carreras en un primer inning que duró casi una hora.
Aaron Hicks conectó el primer jonrón en el Viejo Continente. Brett Gardner rompió el empate mediante un leñazo de dos carreras en la tercera entrada, Aaron Judge logró otro bambinazo para coronar un ataque de seis anotaciones en el cuarto episodio y Nueva York venció 17-13 a sus acérrimos rivales.
Ante 59 mil 659 espectadores en el Estadio Olímpico, incluidos miembros de la realeza, los bateadores se mostraron dispuestos a dar espectáculo. DJ LeMahieu totalizó cuatro imparables y cinco remolcadas, incluidas tres mediante un doble en el cuarto acto y dos gracias a un sencillo en el quinto, con lo cual Nueva York tomó la ventaja por 17-6.
Luke Voit conectó cuatro hits, incluidos tres dobles, antes de marcharse por una lesión en el quinto episodio.
Nueva York estableció sus mejores marcas de la campaña en carreras y hits apenas para el quinto inning, y superó a Boston por 19 imparables contra 18. Las 30 carreras fueron la mayor cifra en un duelo de las Mayores desde que Boston superó 19-12 a Baltimore el 10 de agosto, según STATS.
Chad Green (2-2) permitió cuatro hits durante dos innings en blanco. Steven Wright (0-1) cayó en su primera decisión y segunda aparición desde que fue suspendido 80 encuentros por dar positivo de dopaje.
