Llegar a un nuevo destino es siempre un gran atractivo. Y si a eso le sumamos paisajes increíbles que podemos tener momentos antes de aterrizar, la experiencia se vuelve gratificante desde el comienzo.
Algunos aeropuertos ofrecen mejores vistas que otros, y uno de los más espectaculares es sin duda el de Queenstown (Nueva Zelanda), enclavado en un precioso entorno natural. Al volar a través de sus montañas, la tierra parece intacta, naturaleza pura. Los valles montañosos son surrealistas.