Era verano también. Agosto de 2016. Mariano Rajoy buscaba los apoyos necesarios en el Congreso para acudir a una sesión de investidura. El presidente del Partido Popular, sin embargo, no los tenía. Estaba muy lejos de los 176 escaños necesarios. Para superar la situación de bloqueo, se reunió el 29 de agosto con Pedro Sánchez para pedirle su abstención por responsabilidad y para facilitar la gobernabilidad del país. Tres años después, la situación es la misma pero con distintos protagonistas. Es Sánchez el que pide la abstención del Partido Popular y de Ciudadnos para no bloquear la legislatura y poner en marcha su Ejecutivo.
Este paralelismo ha llevado a Podemos a mover a través de las redes sociales un vídeo en el que le recuerda al actual presidente en funciones lo que dijo en 2016 respecto a la situación de Rajoy. Sánchez fue entonces muy duro con el líder popular al que acusó de falta de responsabilidad y de una manifiesta “incapacidad” para tejer apoyos en la Cámara Baja. Sánchez criticó también entonces que Rajoy buscase que los demás grupos avalasen su investidura “por sumisión”, sin entrar a negociar.
“La responsabilidad de que el señor Rajoy pierda la investidura es exclusiva del señor Rajoy, de su incapacidad para poder articular, como le dijimos durante estos dos meses, una mayoría necesaria para lograr esos 176 diputados y diputadas que dijeran sí a su investidura a la Presidencia del Gobierno”, aseguró entonces Sánchez. Ahora, desde el partido de Pablo Iglesias consideran que el líder socialista se encuentra en la misma situación y podrían aplicársele esas mismas palabras. Esta misma semana, Iglesias ha tirado de hemeroteca para sacar los colores al presidente: “A ningún político serio se le ocurre presentarse a una investidura sin los apoyos atados, eso es una irresponsabilidad. No lo digo yo, se lo dijo Pedro Sánchez a Rajoy y tenía toda la razón”.
Fuentes del partido morado explican que del mismo modo que Rajoy suplicaba en 2016 la abstención de los socialistas para ser investido, ahora es Sánchez el que se niega a poner en marcha con Podemos una negociación “seria”. Hasta el momento, no se han producido avances en las cuatro reuniones mantenidas entre Sánchez e Iglesias. La propuesta de Podemos para conformar un Gobierno de coalición con el PSOE, en el que ambas formaciones estén representadas respetando la proporción de sus escaños en el Congreso, choca con los planes de Sánchez de tener un Ejecutivo monocolor en el que los miembros del partido morado puedan integrarse en su segundo escalón.
