Aunque los trastornos sexuales de los españoles son comunes, hablar sobre ellos sigue siendo un tema tabú, lo que afecta directamente a la vida sexual y social no solo para el hombre, sino también para su pareja. Por eso, la empresa líder mundial en salud sexual masculina Boston Medical Group explica la necesidad de hablar abiertamente sobre el tema para poder tratarlo.
En cualquier ámbito de la vida, la comunicación es la clave de una relación interpersonal. Ocurre en el plano profesional, entre amigos y, por supuesto, con la pareja. Es la base de la confianza y sobre la que se construye prácticamente todo.
La importancia de este ‘cordón umbilical’ se hace más evidente aún en el terreno sexual. Sincerarse sobre lo que le gusta a uno y aprender para saber lo que más placer le da a la otra persona es el mejor vehículo para que ambos lleguen al clímax.
Sin embargo, este nexo de unión tiene que fructificar en las duras y en las maduras. En las relaciones estables, cualquier problema en la cama debe que ser tratado con la pareja para encontrar soluciones juntos. Es el primer paso para recobrar la normalidad, porque un trastorno sexual puede afectar a la vida personal, profesional y social de ambos.
Si el sexo se practica con alguien de confianza hay que hablarlo con la otra persona para liberar las tensiones y afrontar juntos el problema. Incluso si son relaciones esporádicas es recomendable compartir las preocupaciones.
Afrontar la cuestión es una forma de no caer en la tentación de pensar que por sufrir Disfunción Eréctil o Eyaculación Precoz alguien se sienta fracasado por ello. Ocultarlo no hace más que alimentar el trastorno y se entra en un círculo vicioso del que es muy difícil salir a medida que pasa el tiempo.
Tratamiento personalizado
Aunque mucha gente cree que estos problemas no son habituales y que tienen que guardarse en el cajón de la intimidad, lo cierto es que es algo común entre los hombres. Además, aparte de que no tiene por qué ser algo vergonzoso de cara a la sociedad, pueden esconder enfermedades graves, por lo que hay que ponerse cuanto antes en manos de especialistas.
Por ejemplo, la Disfunción Eréctil es un factor de riesgo cardiovascular al ser un importante predictor de enfermedad coronaria, sobre todo en mayores de 60 años. Incluso según datos de Semergen, un 93% de los pacientes que tienen alguna enfermedad cardiovascular padecieron entre dos y tres años antes impotencia, lo que demuestra hasta qué punto este trastorno es un marcador precoz del riesgo coronario y del desarrollo de una futura patología cardíaca.
A pesar de estos datos, solo un tercio de las personas afectadas buscan un solución con expertos, aunque los beneficios de la terapia sexual están más que demostrados. Según el doctor Benítez, director médico de Boston Medical Group, “los trastornos sexuales son habituales en los hombres. El problema no es el hecho de sufrir Disfunción Eréctil o Eyaculación Precoz, porque es algo humano, sino mantenerlo en secreto. Es ahí cuando va a más y sale del terreno sexual, afectando a la vida personal y social”.
En ese sentido, “lo importante es primero hablarlo con la pareja, en el caso de que sea estable, porque es una cuestión que deberían afrontarlo juntos. Además, es aconsejable que lo traten con expertos, porque existen tratamientos para solucionarlo”.
