Los socialistas están que trinan con el acuerdo firmado por PP y Cs para la gobernabilidad de Castilla y León. «Es sangrante y un insulto a la inteligencia», decía ayer la vicesecretaria regional del PSOE, Virginia Barcones, para quien el documento «vale lo mismo que un billete del Monopoly» y sólo perpetúa el «modelo fracasado» del PP en la Región
Unas críticas que llegaban justo el día en el que dos pesos pesados del Ciudadanos, como Toni Roldán y Javier Nart decidían dar un portazo al partido por diferencias con la estrategia priorizar al PP en las negociaciones, y se filtraba que Francisco Igea, el candidato de la formación naranja a la Junta, ha sido uno de los cuatro miembros de la Ejecutiva nacional de Cs que ha votado a favor de levantar el veto a Pedro Sánchez y abrir una vía de diálogo con el PSOE.
Barcones echaba en cara a Francisco Igea su «falta de palabra» por haber prometido ser el adalid del cambio en campaña y luego «degenerar» para pactar tras las elecciones con los que «han manchado esta Comunidad con la corrupción», y dejaba entrever que debería seguir el mismo camino de la «dignidad» emprendido por Roldán y Nart.
La número dos del PSOE recordaba al líder de Cs sus palabras el pasado viernes, tras firmar el acuerdo con Fernández Mañueco, cuando aseguro que los votantes de Ciudadanos «están decepcionados y cabreados por prometer el cambio y respaldar al PP». «Está claro que no le dieron su apoyo para que suscribiera acuerdos como éste», insistía Barcones, mientras reivindicaba una vez más el triunfo histórico y contundente del PSOE el pasado 26 de mayo.
Respecto al documento con cien medidas firmado por PP y Cs, Barcones ponía varios puntos del mismo como ejemplos de la «tomadura de pelo» que supone para los castellanos y leoneses. Como el punto seis que garantiza a pymes y autónomo cobrar sus facturas a tiempo «cuando ya existe una Ley», o el referente a la despoblación, que habla de crear un grupo de trabajo con expertos para elaborar durante un año un diagnóstico sobre la situación. «¿Otro grupo de trabajo? ¿De verdad? ¿Y un año sin hacer nada?», se preguntaba, estupefacta la dirigente socialista, mientas recordaba los miles de expertos y de diagnósticos que se han hecho en los últimos años sin solución alguna, y aseguraba que lo que hace falta es actuar ya con urgencia ante la magnitud del problema.
