La sede de este diario ha sido la tarde de este lunes testigo del altruismo humanitario hacia los olvidados de la sociedad. El origen de los Premios ABC Solidario se encuentra en la «vocación de ser una clara y certera llamada de atención a reaccionar contra la injusticia y la indiferencia». Así lo expresó Catalina Luca de Tena, presidenta-editora de ABC, en el acto de entrega de los galardones patrocinados por Telefónica y Santander.
En total fueron cinco los afortunados que recibieron el reconocimiento del jurado encargado de evaluar los 282 proyectos presentados. Todas las premiadas tienen algo en común: fomentan servicios fundamentales. Todavía, tanto en España como en el resto del planeta, no todo el mundo tiene acceso a la educación, la asistencia sanitaria o, incluso, una protección digna. Las entidades reconocidas ayer por ABC fueron conscientes de esto y actuaron para mejorar la situación de las personas desfavorecidas. Para Luca de Tena hay una manera más de demostrar solidaridad: con palabras. «Transmitir a la opinión pública las lecciones magistrales de humanidad que nos dan con su esfuerzo y su entrega al prójimo es nuestra manera de contribuir a una obra que nos concierne y que desde nuestras páginas queremos proyectar a la sociedad como un ejemplo de vida y dedicación a los demás», afirmó.
Ángel Expósito, director de la Linterna de la COPE, encargado de conducir la entrega de premios y miembro del jurado de ABC, señaló que «cualquiera puede hacer algo y estos galardones son prueba de ello».
La Fundación Padre Arrupe ha sido la ganadora en la modalidad de proyectos. Su labor en el Colegio Padre Arrupe en Soyapango, El Salvador, es preciso para cambiar la vida de los niños que viven rodeados de maras. Todo comenzó cuando destinaron al Padre Juan Ricardo Salazar-Simpson al país latinoamericano en plena guerra civil. «Allí se dio cuenta de que los niños no iban a tener la oportunidad de una vida mejor, por lo que decidió impulsar una educación de calidad», relataba emocionada su sobrina Aurora de Rato, Presidenta de la Fundación Arrupe.
«Sin donaciones económicas no podríiamos hacer lo que hacemos», ha resaltado. En el complejo de unos 10 edificios que ahora dan forma a la escuena se educan más de 1.500 niños. Estos se gradúan con una doble titulación de bachillerato, la española y la de El Salvador, lo que les permite venir a españa a desarrollar sus estudios. «Imaginad la oportunidad de uno de estos alumnos si puede estudiar en España», ha resaltado.
Los premios de ABC también han «echado un capote», en palabras de Expósito, a la Asociación Española de Esclerosis Lateral Amiotrófica (ADELA). Su presidenta, Adriana Guevara de Bonis, ha querido resaltar que el paciende que sufre ELA es «el olvidado de la sanidad pública» y que ellos surgieron para complementar su labor. Por su trabajo con el programa «Cerca de ti», que envía profesionales a los domicilios de los enfermos, han conseguido el segundo premio.
También olvidados están los ancianos que viven solos. «Estas situaciones de soledad generan exclusión y esto nos pasa desapercibido», ha denunciado Dolors Puigdevall, Directora de Cáritas Gerona. La delegación de la entidad nacional ha sido la encargada de impulsar «Apadrinar un abuelo», proyecto que ha recibido el tercer premio.
En la modalidad de entidad solidaria ha sido galardonada la Fundación ANAR, una organización con casi 50 años de historia que ha lanzado proyecto en España y latinoamérica.
Ya en el área de voluntariado universitario, ha sido reconocida la asociación EQÜES y Tantaka. La organización «nació hace tres años por la ilusión de tres estudiantes que creen que todo el mundo tiene derecho a aprender a salvar una vida», ha afirmado Rebecca Rowena Peña, Secretaria y cofundadora de la Asociación Juvenil EQÜES.
