Este lunes el equipo de fútbol tailandés que quedó atrapado en una cueva durante 17 días el año pasado, regresó para celebrar una serie de rituales budistas en honor al exbuzo de la marina que perdió la vida en un dramático rescate que mantuvo en vilo al mundo. Los niños entregaron dádivas a los monjes en honor del sargento Saman Kunan.