Para que los jóvenes con alguna discapacidad puedan obtener ingresos con un pequeño negocio, además de aprender un oficio, se creó el Taller de Productos de Limpieza en el Centro de Atención Múltiple (CAM) “Profesor Sergio Montalvo Garza” del Cercado, en Santiago, Nuevo León.
Todos los días alumnos, en su mayoría mujeres, de entre 16 y 21 años, que tienen alguna discapacidad se reúnen en las instalaciones del CAM para elaborar productos como Cloro, Pinol, Fabuloso, Zote Líquido, Jabón de Manos, Desengrasante, entre otros, y que posteriormente venden en el mercadito que se pone los martes en el Cercado.
Santiago Salazar Valdés, maestro e instructor de los jóvenes, comentó que el taller ha dado muy buenos resultados en la preparación de los muchachos pues les ayuda a tener disciplina, concentración, precaución y comprensión de cómo es la vida fuera de su zona de comodidad.
“Los productos son muy nobles y su preparación no es peligrosa, pero nos permite enseñarle a los muchachos a que tengan un horario, una responsabilidad, trabajo en equipo y poco a poco comprenden la remuneración económica de hacer las cosas”, explicó.
Todos los días, agregó, avanzan con algo del trabajo que se requiere, ya sea elaborar producto, comprar los envases, embasar y etiquetar para llevarlo a vender, hacen todo lo que se necesita para el negocio, como si fueran ellos los empresarios.
Además de las ventas, la administración del municipio de Santiago hizo un convenio con el CAM para comprar los productos y usarlos en las diferentes oficinas municipales, señaló Salazar Valdés.
Los padres de familia de los jóvenes, añadió, se encargan de administrar las ganancias de sus hijos y en general se reinvierten en productos o se hacen remodelaciones al taller para que sea más fácil el trabajo.
Otras veces sorprenden a los alumnos con un paseo donde les permiten a los muchachos traer dinero y comprar las cosas que quieren, esto les ayuda a manejarse con más autonomía y aprenden el valor del dinero, algo que no es muy común entre ellos porque normalmente son muy dependientes de sus padres.
Para el director del CAM, Yahir Héctor Cantú González, el taller es una oportunidad para que los jóvenes con discapacidad tengan una forma de ganarse la vida con un negocio propio o familiar, con algo sencillo pero seguro.
El taller es una oportunidad para que salgan de su “burbuja” y se integren a la realidad, de los diez jóvenes del taller hay dos jovencitas que son de una casa hogar, de manera que ellas no cuentan con la ayuda y protección de sus padres, creemos que el taller es la oportunidad para que tengan alguna seguridad en su futuro, precisó Cantú González.
“Hoy en día lo que necesitan los muchachos es vender en otras partes; pensamos que en otras escuelas podrían comprar los productos que ellos hacen y les pedimos que en lugar de comprar en las tiendas, le compren productos de limpieza a ellos, cuestan los mismo, pero estarían apoyando a su comunidad”, explicó el director del CAM.
Actualmente el proceso de inclusión de jóvenes con discapacidad es bajo, nada más el 10 por ciento de los alumnos del CAM se integran a una escuela regular y el resto se van rezagando, por eso el trabajo de los talleres como el de productos de limpieza son una forma de inclusión en la vida laboral, puntualizó Yahir Héctor Cantú González.
