Dicen que si tus sueños son grandes es porque tu capacidad de lograrlos también lo es. Por eso, la selección española de artes marciales mixtas (MMA) se presentó soñando en grande en el Abierto del Campeonato de Europa amateur, celebrado entre el 18 y el 23 de junio en Roma (Italia). Este joven deporte, de apenas un cuarto de siglo de vida, todavía pasa por la adolescencia en nuestro país. Sin embargo, una hornada de jóvenes luchadores está dispuesta a colocar alto la bandera de nuestro país en el panorama internacional. España ha dado un golpe en la mesa estrenándose en el medallero de esta competición. Y ha llegado para quedarse.
La delegación española aterrizó en la localidad de Ostia, en la costa romana, formada por los atletas Álvaro Ucendo, Hecher Sosa, Antoni Martí, Rafael Calderón, Juan Carlos Izquierdo, Antonio Fuarros, Amancio Crespo, David Ávila, Marta Castillo, Raquel González, Verónica Ruiz y Silvia Juaneda; mientras que el equipo técnico lo compusieron Pablo Ortín, Tomás Ramos, David Balarezo, Israel Adrados, Óscar Arroyo y Antonio García.
El equipo llegaba con una enorme motivación, mucho que ganar y poco que perder en un torneo en el que la participación española brillaba años atrás por su ausencia. La exigencia de este Campeonato de Europa es máxima, pues al ser abierto, pueden inscribirse atletas de todos los países que formen parte de la IMMAF (International Mixed Martial Arts Federation) y la WMMAA (World Mixed Martial Arts Association), lo que le otorga una categoría de mundial. Además, el hecho de tener que subirse a la báscula para dar el peso exacto cada día que se consigue pasar de ronda es un hándicap muy a tener en cuenta.
Por ello, ha sido patente que el trabajo de base de todas las facetas que acumula un deporte tan complejo como las MMA, en los gimnasios repartidos a lo largo y ancho del territorio nacional, ha ido mejorando, y este año ha servido para explotar con unos enormes resultados: las dos platas conquistas por Álvaro Ucendo y Antonio Martí y los dos bronces logrados por Hecher Sosa y Rafael Calderón.
Álvaro Ucendo, subcampeón de Europa
El luchador madrileño del Club Santa Dolores lleva varios años dando de qué hablar en el panorama nacional. A principios de este año, Álvaro Ucendo conquistó el cinturón de Madrid FML, con un clara victoria por decisión unánime a cinco asaltos. Pero ha sido en este Europeo donde se ha consagrado, logrando uno de las mejores actuaciones que se recuerdan en las MMA amateur españolas. El actual campeón de España del peso gallo (61,2 kilos) logró colgarse la medalla de plata tras realizar un campeonato muy completo. Pisó fuerte en su estreno en dieciseisavos de final frente Karvan Ahmadi (Finlandia), al que ganó por KO técnico en el segundo asalto con un excelso juego de suelo rematado con «ground and pound». Luego llegó el correoso Jonny Touma (Suecia) en octavos, donde demostró un gran nivel de lucha y se llevó el combate a los puntos. El siguiente obstáculo en el camino a la presea fue Otari Tanzilovi (Georgia), un peleador con un gran «striking» y al que Ucendo también consiguió dominar con su juego de «wrestling», asegurándose de este modo un metal. En semifinales llegó el temido ruso Magomedrasul Gusengadzhiev, pero también sucumbió ante la inteligencia y agresividad del peleador español, que lograba un histórico pase a la final tras una decisión unánime. En la última batalla no pudo ser y Magomed Idrisov (Baréin) impidió que España copase el escalón más alto tras vencer dos asaltos, al plantear una pelea muy trabada que no le favoreció al madrileño.
Antoni Martí, subcampeón de Europa
Sin duda, Antonio Martí ha sido la mayor sorpresa española, especialmente por su juventud. El brutal nivel demostrado por el peleador valenciano de 19 años le permitió alzarse con la medalla de plata en el peso ligero (70,3 kilos), una de las categorías más exigentes, a tenor del elevado número de participantes. La primera victoria que sumó en el camino al segundo escalón del podio la obtuvo frente a Elvin Hoxha (Suecia) por decisión unánime, en un combate dominado de principio a fin. El siguiente en caer en octavos de final fue el griego Konstantinos Laskaridis a quien finalizó con una sumisión. Pero la irrupción de Martí, con un futuro prometedor, llegó en cuartos de final cuando eliminó al actual campeón del mundo amateur del peso ligero, el irlandés Lee Hammond, conocido por ser pupilo del mediático Conor McGregor. El español se impuso con gran valentía por decisión dividida en una pelea muy cerrada. Asegurada la medalla, pues en el Europeo existen dos terceros, llegó otra guerra contra Scott Pedersen (Gales) al que volvió a imponerse por decisión dividida. En la final, el español cayó frente al ruso de origen kazajo Salamt Isbulaev, probablemente el luchador más completo y vistoso del campeonato.
Hecher Sosa, bronce europeo
Si hay un luchador nacional que ha demostrado que se podía romper el «techo de cristal», la limitación de entrada a las fases más avanzadas de los campeonatos internacionales, este ha sido Hecher Sosa, del Taz Lanzarote. El atleta canario, que ha sido campeón de España del peso pluma (65.8 kilos) durante tres ediciones consecutivas, logró una medalla de bronce en el Campeonato Mundial de 2018, siendo la mejor actuación de un español en el ámbito amateur hasta la fecha. Aquel momento sirvió para darse cuenta de que ciertas partes del país se está haciendo un trabajo enorme en la formación de luchadores de MMA y que se podían hacer grandes cosas. Tras haber ganado la medalla de oro recientemente el Campeonato de África con gran autoridad, el peleador lanzaroteño se presentó en este Europeo con muchas ganas. Sin embargo, larga se hizo la espera para su debut, pues la primera pelea estuvo exento de competir al ser cabeza de serie y en octavos de final su rival búlgaro tuvo una lesión y se coló directamente la siguiente ronda. En cuartos, Sosa se enfrentó al inglés Nathan Haywood al que venció por decisión unánime en una auténtica batalla, sin duda una de las mejores peleas del campeonato. Asegurada la medalla de bronce, llegó el turno de enfrentarse en semifinales al ruso nacionalizado por Baréin Abdulmanap Magomedov, con el que perdió por decisión y quien finalmente se alzaría con el oro.
Rafael Calderón, bronce europeo
Otro luchador que ha demostrado ser muy completo y, sobre todo, tener eso que algunos llaman la «furia española» ha sido Rafael Calderón, campeón de España del peso mosca (56,7 kilos). El corajoso peleador madrileño, del gimnasio Kiofu, tuvo que recorrer también un largo camino hasta la presea, aunque en esta ocasión se partía de octavos de final por ser 16 participantes. El primer contrincante en salir a su encuentro fue el portugués Rui Morgado al que Calderón dominó con mucha superioridad, llegando a lograr una decisión unánime a su favor, con un 30-27 en las tres tarjetas de los jueces. En cuartos de final se cruzó contra uno de los huesos duros de la categoría, el peleador de Baréin Mohammed Almuamari, al que derribó en varias ocasiones para lograr una gran victoria por decisión unánime. De este modo se aseguró entrar en las semifinales y la conquista de la medalla de bronce. En la penúltima ronda el cruce le deparó a otro favorito a llevarse el torneo, como finalmente sucedería, el ucraniano Ata Atdayev, con quien cayó por decisión.
En resumen, la actuación de la delegación española fue histórica, logrando sumar cuatro nuevas preseas al medallero de las MMA nacionales y poniendo a España en el mapa internacional de este deporte. Mirando los números, que apuntan a un incremento notable tanto de aficionados como de practicantes, los mayores éxitos probablemente estén por llegar. La batalla continúa.
