Se fusiona con grandes monumentos históricos, con edificios, con los alimentos de un supermercado o con los desperdicios que encuentra en la basura. Liu Bolin (Shandong-China, 1973) se ha convertido en un maestro del camuflaje llevado al arte —a través de la pintura, la instalación y, sobre todo, la fotografía— que se tiene a sí mismo como protagonista de sus propios juegos visuales. Se le conoce como «The invisible man» –el hombre invisible–. Madrid dedica por primera vez una gran retrospectiva de su trabajo, centrado en denunciar los problemas sociales.
El Palacio de Gaviria acoge, hasta el próximo 15 de septiembre, una muestra de las obras más célebres del artista chino. Dividida en siete secciones, recoge diferentes ciclos temáticos y exhibe sus primeras expresiones artísticas, realizadas en 2005 bajo el título «Hiding in the city». Destacan también sus trabajos sobre migración, sus obras en ciudades italianas y algunas de las campañas publicitarias que le hicieron famoso. La retrospectiva incluye alrededor de 80 piezas.
«Utiliza la idea de camuflaje para hablar de cuestiones sociales que afectan a la vida diaria de los seres humanos. Se trata de una protesta silenciosa, transparente, que invita a pensar sobre identidad, sobre lo que consumimos y lo que somos, así como los problemas que nos rodean. Sus trabajos le sirven de medio para transmitir mensajes aparentemente ocultos que invitan al espectador a reflexionar», explican los organizadores de esta retrospectiva, comisariada por Beatrice Benedetti. Sus fotografías se han expuesto en museos e instituciones de todo el mundo.
«The Invisible Man», en el Palacio de Gaviria (Calle del Arenal, 9). Madrid. Más información en https://palaciodegaviriamadrid.com
