La tecnología ha derribado los muros de la oficina gracias a la flexibilidad aportada por nuevos dispositivos y aplicaciones de colaboración y comunicación
Cada vez falta menos para que el museo de las reliquias de oficina le haga un hueco al puesto de trabajo conformado por un ordenador de escritorio y un teléfono fijo. Ahora, las compañías prefieren aportar más agilidad y flexibilidad a sus profesionales mediante tres tipos de herramientas: nuevos dispositivos de acceso al entorno corporativo (tabletas, teléfonos inteligentes, portátiles...), aplicaciones de colaboración y sistemas de comunicación de voz y datos. "Esto genera una nueva experiencia donde el puesto de trabajo ya no es un lugar al que acudir, sino un momento elegido por cada profesional que puede adaptarse a la vida personal. Cada uno escoge cuándo será más productivo", señala Belén Espejo, jefa de Desarrollo de Negocio Digital Workplace, Voz y Colaboración en Telefónica Empresas. Gracias a esto, el viaje del empleado digital empieza y termina cuando y donde decide el trabajador.