El candidato constitucionalista a la alcaldía de Pamplona, Enrique Maya repite en el cargo después del paréntesis de Bildu. El sistema municipal en el que gana quien más votos tenga, le otorgó el gobierno municipal a pesar de que ni el PSN, ni Bildu ni Geroa Bai quisieron darle el respaldo.
¿Ha tenido que deshacer muchos mandatos anteriores?
Deshacer, no. Así como ha habido una transición en las distintas áreas, la verdad es que en Alcaldía no he tenido nada, ha habido un vacío absoluto. He llegado a la Alcaldía y no había nadie ni nada. Por un lado, así tienes absoluta tranquilidad para estar con la gente que quieres pero, hombre, seguramente una transición más tranquila entre alcaldes habría estado bien.
¿Ha tomado ya medidas para reponer el tema identitario?
Sí, sí. La primera la tienes a tu espalda. He vuelto a lo que tuve cuando era alcalde, que son las cuatro banderas (la europea, la española, la navarra y la de Pamplona) porque es el que tiene que presidir el despacho del alcalde. Es un signo de respeto a los símbolos. Me parecía un gesto. Lo primero que tienes que hacer es poner orden en lo que puedes. Luego habrá otras que llevarán más tiempo porque tienes que redactar expedientes, hay que llegar a acuerdos también. Porque es *mi objetivo intentar llegar a acuerdos con la mayoría de los concejales, preferentemente con los socialistas.
Pero el Partido Socialista no le apoyó en su investidura
Al apoyarse a sí misma, Maite Esporrín (candidata socialista) puso en manos de Bildu quién iba a ser el alcalde del Ayuntamiento de Pamplona. Habrá contactos, presupuestario, proyectos, etc, pero no tiene sentido intentar llegar a un acuerdo de Gobierno con alguien que no quiere que seas el alcalde. Espero retomar la senda de los acuerdos con el partido socialista para los proyectos que compartimos, que son la inmensa mayoría, pero hay que tomarse un tiempo. Estamos absolutamente predestinados a llegar a acuerdos por cual ha sido la actitud del Partido Socialista en Pamplona en los últimos cuatro años. Yo voy a pelear por Pamplona y porque se haga cada uno de sus proyectos.
Pamplona se ha convertido en la pieza visible de que la unión del constitucionalismo funciona
El éxito de Navarra Suma ha sido muy evidente. A partir de esa situación, nos encontramos con el exceso de valoración de los partidos minoritarios. Es muy respetable pero los ciudadanos mayoritariamente han dicho que quieren que gobierne Navarra Suma. Asirón no le tolera ser alcaldesa a Maite Esporrín porque él tiene 7 y ella 5, pero en cambio, para expulsar a Navarra Suma de la alcaldía que tiene 13, ahí ya no hay mayorías. Ese es un mantra que se está extendiendo en la sociedad. En Navarra,
la mayoría ha dicho que gobierne Javier Esparza
. Pero también le ha dicho que llegue a acuerdos. ¿Por qué Pedro Sánchez, con muchos menos votos que Esparza en Navarra, dice que él es presidente sí o sí y luego ya verá con quién? En cambio, aquí dicen que Javier Esparza no será presidente de ninguna manera y que los ciudadanos han pedido que se conforme una mayoría alternativa. Se están inventando qué están diciendo los ciudadanos.
Sin embargo, a nivel nacional, Navarra Suma ha sido un ejemplo de diálogo y de pacto
De pacto previo. Si alguien vota a Izquierda Ezkerra hoy, ¿qué le está diciendo? ¿Qué vote a Bildu o que vote a la candidatura mayoritaria? *Se está interpretando la decisión de los ciudadanos en los despachos. Es evidente con el Partido Socialista. Tienen una subida de votos gracias a una oposición muy dura contra el cuatripartito para acabar llegando a gobernar con ese cuatripartito, *para mí es una adulteración de las reglas del juego democráticas. Javier Esparza ha llegado a decir que puede llegar a apoyar a Sánchez para tener el Gobierno de Navarra. Dejamos gobernar en España a la lista más votada y en Navarra gobierna la lista más votada. Eso es coherencia.
El sábado pudo darse un paseo por Pamplona que en 2011 no lo pudo hacer
Algo ha cambiado. Tengo que decir que fue un momento de absoluta alegría que ciudadanos anónimos nos daban la enhorabuena. Creo que se ha dado un cambio social porque estos años de cuatripartito han enfadado mucho a la gente y ahora se expresan y no tienen vergüenza, ni miedo. Lo que tenemos que exigir de una manera radical es que nos dejen trabajar tranquilos y que actúen desde los organismos de representación, salón de plenos, comisiones. Que si están en desacuerdo con algo, que me lo digan por la calle tranquilamente, pero que me respeten. De igual manera lo mismo exijo si finalmente sale elegida presidenta María Chivite con un acuerdo que no me gustaría nada. Seamos duros, implacables en la gestión en el control, pero pido también que se le respete.
¿Cómo se hace para ir a las elecciones con el pacto ya hecho?
Hubo una conciencia absoluta de que teníamos la mayor parte de nuestro programa común, que teníamos que unir fuerzas para evitar tener un gobierno nacionalista y una dispersión de voto. Cuando estás de acuerdo en un objetivo y crees firmemente en él, entonces el acuerdo es fácil. Es un tema de articular programas. Miras qué quieres tú para Pamplona, qué quiere el partido socialista, qué quiere Geroa Bai. Al final, tienes prioridades y lo pactas. Eso es lo que pasa todos los días en las familias.
