En el estado de Hidalgo la relación histórica entre el gobierno del estado y los municipios ha sido de tratar a estos últimos como incapaces de realizar sus funciones que la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos en su artículo 115 les mandata, asumiendo una actitud “paternalista”, a su conveniencia para ejecutar varias de estas funciones sobre todo aquellas que le ingresan recursos económicos a los municipios, quedándose el gobierno estatal con ellos. Bueno fuera que lo hiciera y se los regresara, pero no es así.
Esta vieja práctica que se arraigó cuando todos o la inmensa mayoría de los gobiernos municipales eran gobernados por el PRI, lo que hacía que esa “disciplina” y “lealtad” (lo encomillo porque siempre se mal entendió y fueron sumisos ante su “jefe” el gobernador y no exigieron lo que por derecho les correspondía) los llevó a callar y aceptar lo que les imponían aunque les robaran sus ingresos. Cuando empieza a haber más municipios gobernados por partidos diferentes al PRI, sobre todo en Pachuca, se comienza a exigir en administrar aquellas funciones que les otorga la ley.
Tiempo atrás se inició por demandar el tener su policía municipal. Luego emitir y cobrar las licencias de construcción, aunque esto último no lo hacen todavía todos los municipios, y los que sí las cobran, hoy el gobierno del estado intenta volver a querer quitarles esa facultad y quedarse con esos recursos.
Esto no lo pueden permitir los municipios porque de por sí son pocos los recursos propios con los que cuentan para atender las enormes necesidades de la ciudadanía como para que el gobierno del estado se quede con ellos. En cambio no veo disposición del gobierno estatal de compartir más recursos con los municipios para atender sus demandas. Es más, hay municipios como Pachuca, que ni obra (hasta ahora que van a hacer un puente y eso es todo) ni apoyos en dinero recibe (como se los daban a los gobiernos priistas que antecedieron a éste) y hasta la fecha ha salido adelante con una excelente administración de sus recursos propios y las participaciones federales que le corresponden, y párenle de contar.
Es momento para que Pachuca y demás municipios no permitan más violaciones al artículo 115 de la CPEUM. Y en el caso específico de los municipios de la zona metropolitana de Pachuca, ya deberían manejar ellos el sistema de agua y alcantarillado y no Caasim. Esto les daría más recursos propios los cuales contribuirían a que se les incrementaran sus participaciones federales para atender mejor a sus ciudadanos.
En la fracción III de dicho artículo menciona que funciones y servicios públicos estarán a cargo de los municipios: Agua potable, drenaje , alcantarillado, tratamiento y disposición de aguas residuales; que al día de hoy lo maneja gobierno estatal a través de Cassim con un servicio que deja mucho que desear y los ayuntamientos no perciben nada de lo que ingresa, es más, no son ni tomados en cuenta por este organismo; Alumbrado público; Limpia, recolección, traslado, tratamiento y disposición final de los residuos; se requiere que el gobierno estatal a través de su dependencia correspondiente apoye y ayude a resolver la disposición y tratamiento de los residuos de los ayuntamientos en lugar de hacerles más difícil esta labor;
Mercados y centrales de abasto; hoy la central de abastos de Pachuca, que se ha vuelto un feudo de unos seudolíderes es manejada y controlada por el gobierno del estado y de los mercados tienen la propiedad de los inmuebles en lugar de dársela al municipio correspondiente; Panteones; Rastro; Calles, parques y jardines y su equipamiento; Seguridad Pública; requieren los municipios de más apoyo y coordinación por los gobiernos federal y estatal, ya que son estos los que se quedan con la mayor cantidad de recursos y pocos llegan a nivel municipal.
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