El cardenal Leopoldo Brenes, arzobispo de Managua y presidente de la Conferencia Episcopal de Nicaragua (CEN), dijo este domingo que las sanciones impuestas a funcionarios del Gobierno de Nicaragua son un llamado de atención para que los funcionarios tengan una actitud de servicio y no de poder.
“Es bien triste”, dijo Brenes a El Nuevo Diario, “que se tengan que tener presiones exteriores, sobre todo, que se esté sancionando a personas del Gobierno a las cuales se les menciona en algunas situaciones”.
Afirmó que las sanciones son “un llamado de atención para que nos podamos examinar cómo estamos sirviendo y cómo estamos desarrollando la misión que se nos encomendó para hacer de nuestra patria, una patria mejor”.
Este viernes el Gobierno de EE. UU. sancionó a cuatro funcionarios nicaragüenses más por corrupción y violaciones a derechos humanos. También, Canadá anunció su propia lista de sanciones a nueve personalidades, antes sancionadas por su vecino norteamericano.
“Ese tiene que ser un llamado de atención no solamente en este momento, sino para otros momentos en que los funcionarios tienen que tener una actitud de servicio. Creo que es la gran tentación, leemos en el evangelio cómo los apóstoles también tenían la tentación del poder y tener el poder como parte de un dominio, de prebendas y cosas por el estilo, y Jesús dice que lo primero es el servicio”, expresó Brenes al referirse a las sanciones impuestas a altos miembros de la administración presidencial de Daniel Ortega.
El espíritu de las sanciones es como un llamado de atención, recalcó el jerarca de la Iglesia, “hay algunas demandas que se dan a nivel de toda la población para los servidores (públicos), entonces, tienen que escuchar y hay que escuchar, aunque a veces las situaciones no nos gustan”, reiteró.
El cardenal insistió en que los funcionarios del Gobierno deben oír las demandas planteadas por los ciudadanos “y buscar cómo dar soluciones lo mejor posible a la patria”.
Brenes también se refirió a la próxima asamblea ordinaria de la Organización de Estados Americanos (OEA) que se celebrará esta semana en Medellín, Colombia, donde el tema de Nicaragua está en la agenda.
“Lo único que pediría es que todo se haga para beneficio del bien común. Lo importante es ver cómo esos países, no solamente imponiendo sanciones, sino con otros apoyos, puedan ayudarnos a nosotros a lograr la armonía entre los nicaragüenses, porque la gran responsabilidad la tenemos nosotros”, expresó Brenes.
Valoró que los organismos internacionales darán sus aportes. “Hoy no podemos decir que estamos solos, hoy también la comunidad internacional tiene una gran responsabilidad en la paz, en el progreso y en el desarrollo de los pueblos”, destacó.
El presidente Daniel Ortega reapareció en público este domingo y evitó hablar directamente sobre las recientes sanciones económicas aplicadas por Estados Unidos y Canadá contra varios funcionarios de su gobierno.
Ortega exaltó los valores patrióticos de figuras como Benjamín Zeledón y Augusto Sandino, durante un mitín para conmemorar el octogésimo tercer aniversario del natalicio de Carlos Fonseca Amador, fundador del gobernante Frente Sandinista de Liberación Nacional.
El mandatario señaló a sus simpatizantes, en su mayoría miembros de la Juventud Sandinista, que a lo largo de la historia han sido traidores y vendepatria quienes (sin mencionar nombres) han promulgado acciones para entregar la soberanía del país y atentar contra la paz.
“Cuando el jefe de las tropas, el coronel yanqui le dijo que se rindiera, igual que (Augusto) Sandino dijo ‘ni me vendo ni me rindo’ y cayó combatiendo (Benjamín) Zeledón frente a los invasores y frente a los vendepatrias, porque los traidores y vendepatrias son los que trajeron a William Walker y a los yanquis que se quisieron adueñar de Nicaragua”, dijo Ortega.
Agregó que fueron esos mismos traidores los que se “rindieron” ante los invasores y hasta agradecieron que el país fuera ocupado. Ortega dijo además que los conflictos armados del pasado han ensuciado la bandera del país, y puso de ejemplo la postura asumida por Sandino, de entrar en rebeldía contra los invasores.
“Sandino levantó entonces la bandera roja y negra para defender la bandera azul y blanco de Nicaragua que estaba humillada, que estaba enlodada por los traidores y por los vendepatrias”, expresó Ortega.
Finalmente el mandatario señaló que desde su gobierno existe un compromiso para defender la paz alcanzada.
El viernes pasado Estados Unidos y Canadá oficializaron sanciones contra tres ministros y el presidente del Poder Legislativo de Nicaragua por estar vinculados a actos de violación a derechos humanos acaecidos durante las protestas antigubernamentales iniciadas en abril de 2018.
El último grupo de sancionados está integrado por el presidente de la Asamblea Nacional, Gustavo Porras; la ministra de salud Sonia Castro; el director del Instituto Nicaragüense de Telecomunicaciones y Correos, Orlando Castillo; y el general en retiro Óscar Mojica, titular del Ministerio de Transporte e Infraestructura (MTI).
Entre diciembre de 2017 y junio de 2019, Estados Unidos ha emitido sanciones contra funcionarios del gobierno sandinista, incluida la vicepresidenta Rosario Murillo y el hijo mayor del presidente, Laureano Ortega Murillo. Estos también fueron sancionados por Canadá el viernes pasado, junto a siete funcionarios más que ya fueron sancionados por EE. UU.