Comienza la cuenta atrás para que el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, y su homólogo chino, Xi Jinping, determinen esta semana en Osaka, Japón, si su pulso arancelario continuará asfixiando a la economía mundial o, por el contrario, existe alguna fórmula que permita una resolución en el horizonte. Todo ello en un momento en que el Instituto Internacional de Finanzas (IIF, por sus siglas) avisa que su indicador sobre el crecimiento global se sitúa en estos momentos en mínimos de los últimos cuatro años. "Nuestro indicador registra su lectura más débil desde 2015, con descensos generales en la actividad fabril en todo el mundo. Esta disminución coincide con la última escalada en las tensiones comerciales entre China y EEUU, lo que plantea la pregunta de si la incertidumbre arancelaria está teniendo ahora un efecto más grave en el crecimiento mundial", estima Robin Brooks, economista jefe del IIF.