Llevan razón los que aseguran que el 5G cambiará -para mejor- la vida de las personas y las empresas. No obstante, esos mismos analistas convienen en que "habrá esperar varios años para percibir el impacto real en nuestro entorno". Cuando se cumple una semana del encendido de la quinta generación de telefonía, y pese a que nada parece haber cambiado bajo el sol, ya se pueden tener claras las grandes diferencias con el 4G.