«La vida hay que tomársela con humor» es el leitmotiv que Jorge y César Cadaval han aplicado a su trayectoria profesional. Cuarenta años sobre los escenarios han convertido a Los Morancos en uno de los dúos cómicos más importantes del país. Junto a Bertín Osborne rememoraron los momentos que han marcado su carrera artística, en la nueva entrega de «Mi casa es la tuya» (Telecinco, 22.00). Lo que jamás habríamos imagino es lo que le costó sacar adelante el sketch protagonizado por Antonia y Omaíta. «Nos dijeron que eso no valía para nada, que no nos daría más de cinco minutos para eso mientras lo probábamos. Y menos mal que nos mantuvimos firmes», reflexiona César. Pero lo más revelación más sorprendente la contó su hermana: «Tenemos telepatía».
Los hermanos Cadaval confesaron que su camino hacia el éxito no fue fácil. «Por allá por el 79 nos dedicábamos a la BBC: bodas, bautizos y comuniones», dice Jorge. El primero en actuar fue César. «Me enteré por un compañero del instituto que me dijo donde estaba actuando y para allá que fui». Lo que no se podía imaginar es que su hermano le «sabotearía» el espectáculo: «El dueño del bar me dijo que si subía y me hacía el guiri me daba 500 pesetas». César no estaba solo en el escenario cuando Jorge se unió. Comenzó a hacer humor junto a su amigo Curro. «Pero Curro se tuvo que ir a la mili», explica Jorge. «Me tuve que ir un año y cuando volví ya tenían más o menos hecho su dúo, y se veía venir que iban a triunfar», asegura José Luis Ruiz, Curro.
Para darse a conocer, los Morancos actuaron «en un montón de cosas benéficas. Mi padre siempre nos decía que teníamos que ayudar a la gente, pero yo quería cobrar algo. Estábamos todo el día ayudando pero nadie nos ayudaba a nosotros», comentó entre risas.
Durante su charla con Bertín, el dúo cómico explicaron cómo nació su amistad con Cayetana de Alba, a la que recuerdan con una divertida imitación, y sorprenden a Bertín con sus insólitas «dotes telepáticas»: «Le encantaba que le imitáramos». «Es que me encanta como me copias. Eres muy divertido cuando hablas como yo», dice Jorge simulando la voz de Cayetana de Alba.
Las risas, el buen humor y el espectáculo estuvieron presentes a lo largo de esta conversación, en la que Jorge Cadaval comparte con el presentador diversas anécdotas «reales»: una vivida en uno de los baños de la Casa Real de la que fue partícipe Juan Carlos I y otra en la que hicieron creer a Felipe VI que Jorge era un auténtico «guiri»: «Me pegué como diez minutos hablando con él, diciéndole que era de un pueblo de California y que no toleraba el calor de Sevilla... Hasta que llegó mi hermano y le dijo, en un perfecto sevillano, 'Majestad, usted ha estado hablando con mi hermano'. Desde entonces, cada vez que nos veían nos decía 'que calor hace en California».
Ante todo humor
¿Han censurado alguna vez a los Morancos? Hace años no había la misma libertad que hay actualmente. «No se podía hablar ni con el Rey ni con la Iglesia. Recuerdo que el sketch era hablando Juan Carlos dando el discurso de Navidad cuando se escucha a doña Sofía: 'Juanca, que ya está la cena puesta'. Se levanta y lo que tenía por debajo era el pijama y las babuchas puestas. Pues no dijeron que no podíamos hacerlo», contó César.
También estuvo presente Maite Cadaval, hermana de los humoristas. «A ver lo que va a decir de nosotros, que habla mucho», comenta César. «Habla tanto que la llamó la de Vodafone y colgó la muchacha», respondió su hermano. Lo que los Morancos no sabía es que revelaría unos cuantos de sus secretos. «En mi familia tenemos telepatía, pero mis hermanos especialmente», contó.
Maite Cadaval también estuvo en el rodaje de «Mi casa es la tuya»
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MEDIASET ESPAÑA
Los momentos más hilarantes de la conversación llegaron cuando ambos, encarnando a estos dos emblemáticos personajes, revolucionan la casa de Bertín. Omaíta explicó sus singulares orígenes aristocráticos, puso fin a las habladurías sobre su relación con Humberto Janeiro y aseguró que estudió canto con el mismísimo Frank Sinatra, mientras su hija Antonia trató de conquistar a Bertín a golpe de piropo.
El «broche musical lo puso Omaíta con su particular versión de la icónica canción «New York, New York» en una interpretación acompañada del piano, a la que se unirá el presentador.