El ministro de Asuntos Exteriores de España en funciones, Josep Borrell, afirmó que el consejero catalán de Acción Exterior, Alfred Bosch, “no tiene sentido del ridículo”, luego que éste se ofreciera como facilitador entre México y España para buscar una posición común sobre la Conquista.
Bosch se encuentra de viaje en México desde el domingo y ha incidido en varias ocasiones en un asunto que, en su momento, pudo haber enrarecido la relación entre España y México.
Se trata de la carta que en marzo pasado envió el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, al rey Felipe VI, reclamando que España reconozca los agravios de la conquista. Un tema que al día siguiente fue zanjado por el gobierno español.
Pero ayer, Bosch, que no tiene ninguna autoridad en el gobierno del presidente español, Pedro Sánchez, acudió al Instituto Nacional de los Pueblos Indígenas de México y reiteró desde allí las disculpas del gobierno de Cataluña, que ya manifestó en abril en el Parlamento local, donde condenó los “abusos” - dijo- cometidos contra los pueblos originarios de América en la Conquista.
Hoy, desde Bruselas, el ministerio de Exteriores respondió a las preguntas de los reporteros respecto al tema y dijo no tener “ni idea de lo que dice o piensa Bosch” y
En todo caso, se ha mostrado convencido de que el gobierno mexicano no le ha dado “la menor importancia” a la visita de Bosch.
Además, su viaje se produce justo después de que López Obrador proclamara su intención de tener buena relación con España y destacara que lo que une a españoles y mexicanos es más que lo que los separa.
Fue en un acto junto a la secretaria de Estado de España Global, Irene Lozano, con motivo del 80 aniversario del exilio republicano, que López Obrador finalizó con “vivas” a España y a México y sin mención alguna a la carta que envió en marzo.
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