Al comprar un tampón o una compresa estás pagando el mismo IVA que pagas cuando vas a una discoteca ya que ambos productos tienen un IVA del 10 por ciento. Las mujeres reivindican desde hace años una bajada del impuesto que soportan estos productos. Ser mujer es sufrir la regla sí o sí durante unos 30 años de tu vida y comprar todos los meses este producto de primera necesidad con un IVA de no primera necesidad como discotecas, bares, bebidas alcohólicas, agua mineral, hoteles y servicios de catering. La ministra de Hacienda, María Jesús Montero reconoció que estábamos ante una fiscalidad discriminatoria y se trataría de dar un paso más hacia la igualdad de género.
Antes de las elecciones el Gobierno de Pedro Sánchez había puesto en marcha un paquete de medidas económicas que incluían la reducción del IVA de algunos productos. Es el caso de los productos de higiene femenina que tienen soportan un IVA del 10 por ciento y Sánchez anunció que bajaría al 4 por ciento y entraría así en el epígrafe de "iva superreducido". Pero ese anuncio que fue recomendación de Europa no ha llegado a darse hasta la fecha ya que el grupo socialista no tuvo apoyos para aprobar los presupuestos y se puso fin a la legislatura. Los tampones y compresas son considerados un bien de primera necesidad y discrimina además a las mujeres por ser las destinatarias de este producto. Algunos países incluso han llegado a eliminar el conocido como "tampon tax", tras incluir los productos de higiene femenino entre los bienes de primera necesidad, y considerar que gravar este bien puede ser discriminatorio hacia las mujeres (al ser estas, lógicamente, las únicas destinatarias). Algunos de estos estados son Irlanda, Canadá, la India o Australia. Sin embargo, en el otro extremo se encuentran las economías en los que este tributo asciende a más del 20% del precio de los artículos, como Hungría (el 27%), Suecia (el 25%) y Argentina (el 21%), según datos de Civio
