La semana pasada nos despedíamos de ustedes unos momentos antes de acometer nuestra entrada en Szczecin, en unas jornadas en la que compartimos el orgullo español en medio del mar Báltico de una manera inesperada. Comenzábamos la semana dando todo el aparejo para navegar en las inmediaciones del parque eólico marino de Wikinger, una gran obra de la ingeniería española, diseñado en España, construido en gran parte por empresas españolas como Navantia, y operado por una empresa española, Iberdrola. Una bonita estampa del uso del viento con sello español.
La llegada a Szczecin fue también sin duda una nueva sensación; sintiéndonos los primeros en penetrar a través del río Oder en Polonia a bordo del “Juan Sebastián de Elcano”, y es que nunca antes, nuestro bergantín-goleta había recalado en estas tierras. Pudimos observar a ambas bandas el espectacular paisaje del Noroeste del país; verdes campos y frondosos bosques nos recibieron aquella mañana, con un calor que para nada esperábamos en estas latitudes.