“El mejor papá del mundo…”, hemos pensado alguna vez así. Algunos nos tacharán de consentidas, caprichosas, pero a pesar de lo que el mundo diga, todas tenemos algo de la “niña de papá”, todavía y aquí te mostramos 20 señales que lo prueban. Gracias a él eres la consentida en la casa. El papá es el hombre siempre dispuesto a llevar a su niña a donde lo necesite, pasando a veces sobre la autoridad de mamá. Te puso límites cuando llegaste a la adolescencia, o te traía pequeños regalos exprofeso para ti. El héroe de muchas, siempre al pendiente de su pequeña. Podrás haberte convertido en la mujer más responsable y madura del mundo, hasta que llega tu papá.
¿Eres realmente la niña de papá? Si te identificas con la mayor parte de estas situaciones o tienes un papá que encaja en alguno de los perfiles, yo te aseguro que lo eres.
La autoridad de papá es la que más cuenta para ti. Si él te daba permiso para ir a una fiesta y tu mamá no, ¿a quién le hacías caso? Conocías a la perfección la dinámica familiar: cuando tu mamá parecía volverse loca tratando de controlarte, tu papá siempre mediaba las cosas. Lo usual era que tú hayas salido triunfante la mayoría de las veces.
Papá era el intermediario en las peleas con mamá. Aceptémoslo: ser mamá de una hija adolescente no es fácil, pero papá siempre controló la bomba de hormonas. Es una de esas etapas de tu vida muy parecidas al mood del resplandor; por alguna extraña razón tu mamá no lograba congeniar contigo.
En emergencias o de compras casuales, si a ti se te antojaba algo y no traías dinero, tu papá nunca dudó en prestarte. Y tampoco te aceptó el dinero de vuelta. Cuidar de su pequeña siempre ha sido una prioridad para él, aunque tengas veintitantos.
Tu papá y tú comparten algo especial. No importa si su chiste es gracioso o no, sin duda vas a reírte con él de todas las cosas elaboradas que invento para hacerte reír. ¿Y por qué no? Él nos dijo que el dibujo que hicimos cuando teníamos tres años era una obra de arte. Duh.
Para él, todo lo que te pongas se te ve bien, porque a pesar de que hay miles de mujeres en el mundo, siempre serás la más guapa. Te considera la mujer más inteligente que conoce, admira tus metas y procura siempre impulsarte.
La opinión de tu papá acerca de tu carrera, pareja y toda tu vida es importante. Sabes que él siempre verá por tu bien y por eso que su punto de vista es la que más tomas en cuenta.
Seguro cuando entraste en la adolescencia puso el grito en el cielo. “¿Cómo su bebé iba a salir a la calle con una falda tan corta? En qué momento dejó de jugar con muñecas y se convirtió en esa mujer intocable para él?”.
Para nosotras, conocer a la suegra fue cuestión de vida o muerte, para nuestra pareja, lo es con el suegro. Nuestras mamás son mucho más accesibles, pero si alguien está tratando de robarse a la niña de papá, hay que tener cuidado.
Si eres una niña de papá, te aseguro que te esperó cientos de veces medio dormido en el sillón cuando te ibas de fiesta o de antro. Algunos incluso hablan diariamente aunque ya seas una mujer adulta, para ver cómo y dónde estás.
No hace falta que hablen estando en un mismo cuarto. El lazo padre-hija se nota aunque sea invisible. Es esa atmósfera tranquila y de confianza que lo denota. Cuando mamá los ve, solo puede sonreír al respecto, ella sabe cuanto ama papá a su hija la consentida.
Inconscientemente y sin caer en lo enfermo, todas buscamos a un hombre que se parezca a nuestro papá. Es algo sumamente normal, él fue quien nos crió toda la vida. Te gusta la idea de tener una relación como la que tienen tus padres, si es que se trata de un buen matrimonio.
Tu papá no te habla por tu nombre, tiene un nikname especial para su bebita: princesa, lagartija, gorda, cualquiera que sea tu sobrenombre, queda prohibido usarlo con otra persona. Es algo que se queda en familia.
Sabes que hablando de hombres, tu papá es el único con el que puedes contar al 100% .
Tu mamá ha tratado incontables veces para que no siga seudoarreglando las cosas en la casa, pero, ¿qué le vamos a hacer? Si se rompe algo en tu cuarto o algo le pasa a tu coche, ya sabes a quién vas a llamar primero.
El mal caerá sobre aquel ser humano que se pase con la niña de papá. Ninguna persona en esta Tierra tiene justificación para tratarte mal. Sabes que él te protege y es capaz de ir a pelear con el maestro injusto, de odiar al ex que te hizo llorar, incluso de pasar sobre la autoridad de mamá cuando es injusta contigo.
Si eres una niña de papá te aseguro que es al primero que llamas en una emergencia.
Te quedaste de ver con tus amigas en alguna parte recóndita de la ciudad, pero no tienes cómo llegar. Papá al rescate, él nunca te dejará irte en taxi si puede llevarte. Una vez que te deja en tu lugar de destino, siempre pregunta: “¿Y a qué hora te recojo?”.
Desde que tenías 1 metro de estatura, el nunca deja de lado hacerte feliz comprándote cuantas chuchería veías. Aunque estés grande, te aseguro que si vas por la tienda y se te antoja un helado o alguna golosina él te la va a comprar.
Cuando estás con tu papá sabes que es garantía, nunca te va a dejar pagar. Si acaso, te va a aceptar que cooperes con una parte, pero si él puede, siempre preferirá que guardes tu dinero.
Siempre estará dispuesto a ir por ti en caso de emergencia. Con solo una llamada él ya tomó las llaves y va en camino a rescatarte.
Sea cual sea la situación, sabemos que nuestro papá es irremplazable. ¡Qué bonito es ser la “niña de papá”!
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