El presidente de México evita hablar de la carta al Rey y elogia el papel de los exiliados españoles en el país latinoamericano
La mañanera, la rueda de prensa que de lunes a viernes, a las siete de la mañana, da el presidente de México en el Palacio Nacional, acostumbra a ser un espacio en el que se habla de todo. Independientemente de si hay un acto de homenaje, como ha sido el caso de este jueves con el exilio español, posteriormente el mandatario dedica un espacio a las preguntas de los periodistas. En esta ocasión, en un movimiento calculado para evitar cualquier tipo de polémica ante las autoridades españolas, el mandatario sorprendió al comentar que se retiraba tras el homenaje. No solo no hubo oportunidad de sacar a colación la polémica carta en la que le exigía al Rey que pidiese disculpas por los abusos de la conquista; López Obrador terminó su intervención con un: "Que viva España, que vivan los refugiados españoles, que viva México".