La boda de Sergio Ramos y Pilar Rubio en la Catedral ha obligado al Ayuntamiento a poner en marcha un dispositivo especial de seguridad y tráfico. Los preparativos ya son evidentes en las inmediaciones del templo.
En las calles Santo Tomás de Aquino y Fray Ceferino se han colocado unas placas en las que puede leerse «boda» 15-6-2019 (la fecha del enlace) y aviso de «retirada grúa» ya que por allí está previsto que accedan los vehículos y que estacionen en el momento de dejar a los invitados al enlace. Serán varios minibuses que trasladarán a los invitados hasta el templo.
Aunque se trata de una celebración privada y los novios han recurrido a una empresa, que es la que organiza el evento y corre con los gastos de seguridad, el consistorio tendrá que coordinarse con la citada entidad para que todo funcione y evitar aglomeraciones dada la fama de contrayentes e invitados.
La boda está prevista para el sábado por la tarde pero los preparativos ya han comenzado y en las inmediaciones de la Catedral se trabaja en durante estas últimas horas poniendo vallas para acotar el paso de los novios y de los invitados y otros elementos.
Sólo el coche de la novia llegará hasta la Catedral, en cuya capilla Real está prevista la boda. Se han recortado las visitas una hora y media antes y se ha pedido al personal que tiene el turno de trabajo que no acuda ese día. Aunque desde el Ayuntamiento se insiste en que es un acto privado y que el futbolista corre con los gastos, habrá policías locales y nacionales y un dispositivo sanitario. Y una parte acotada para la prensa.