No es lo mismo hacerse un “selfie” ejercitando el pino puente o cualquier otra pose festiva frente a la Torre Eiffiel que realizarlo ante los hornos crematorios de Auschwitz. Y, sin embargo, este último caso se ha dado. El creciente turismo “instagramer” en el campo de concentración, que ha visto incrementadas sus visitas exponencialmente en los últimos años, ha alarmado a los responsables de este lugar histórico de aterrador recuerdo. Tanto que han tenido que llamar a la prudencia a los visitantes armados de teléfonos inteligentes.
Por el mismo motivo, no se puede equiparar un “selfie” jocoso ante una localización de “Juego de Tronos”, productor de la invención humana, que otro del mismo pelaje en Chernobyl, escenario real de la serie homónima, que reproduce con una fidelidad bastante elogiada por crítica y público los sucesos derivados del accidente nuclear del 26 de abril de 1986 en la central Vladimir Illich Ulianov al norte de Ucrania.
Desde que HBO estrenó en mayo la popular serie han aumentado entre un 30 y un 40% las visitas al enclave cercano a Pripyat. De ese porcentaje, se han producido distintos casos de fotografías indecorosas o irrespetuosas en la Zona de Exclusión, como el de la “instagramer” nz.nik que posaba semidesnuda ante un edificio abandonado de Chernobyl.
Hasta tal punto ha llegado la controversia que el propio guionista de la serie, Craig Mazin, ha salido al paso pidiendo respeto: "Es maravilloso que #ChernobylHBO haya inspirado una ola de turismo en la Zona de Exclusión. Pero sí, he visto las fotos dando vueltas. Si usted visita la zona, por favor recuerde que una tragedia terrible ocurrió allí. Compórtense con respeto por todos los que sufrieron y se sacrificaron".
