Un libro reconstruye la vida de Mark Hofmann, el mejor falsificador literario de EE UU, condenado por matar a dos personas para encubrir sus engaños
“Mark Hofmann era el mejor falsificador literario de la historia. Pero también era un maestro manipulador de la verdad que sabía que la gente creemos lo que queremos creer y que la mayoría de nosotros somos confiados. Era como un virus para todo aquel con quien se ponía en contacto; atacaba y destruía sus defensas éticas y psicológicas. Era un genio maligno”. Así describe el periodista y escritor Simon Worral para EL PAÍS al protagonista de La poeta y el asesino (Impedimenta, traducción de Beatriz Anson), un true crime literario que relata la vida y fechorías de un maestro del engaño, un hombre capaz de imitar a la perfección la letra de 129 figuras literarias norteamericanas, de crear un poema de Emily Dickinson de la nada o de fabricar a principios de los años 80 los documentos que estuvieron a punto de destruir, desde dentro, los cimientos de la todopoderosa Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, los mormones.