Todavía no había abandonado la Philippe Chatrier, donde hoy Nadal ha conseguido su duodécimo Roland Garros. Después del tradicional discurso de ganador Nadal analizó el título y su temporada en tierra con el finalista en París en 1998 y 2001.
"Yo creo que el primer set ha habido un rato que ha sido brutal. Hemos bajado un poco en el segundo set. Era lógico, no se podía aguantar y además había humedad. Luego he aprendido lo que había hecho mal en el segundo set y he mejorado. Ha habido un momento duro en el cuarto set, con 3-0 arriba y con 0-40 él ha metido dos saques directos, me ha remontado. Ahí ya piensas en que se te ha ido la primera oportunidad de ganar el partido y hay que volver a sacar que me estaba costando, pero luego todo ha salido bien."
Preguntado por su temporada en tierra, que comenzó entre dudas, Nadal fue tajante.
"El no ganar no es un drama, lo importante era estar bien físicamente. El cominezo en tierra batida no fue bueno por mi estado emocional y tenístico, que van de la mano. Pero dentro de que no había estado del todo bien, lo dije en Roma, al menos fui capaz de no perder partidos tontos. Estaba regular y hacía semifinales en Barcelona, en Montecarlo y en Madrud. Así que llegué a Roma y pensé que si daba un poquito más podía ganar. La semana de Roma para mí fue decisiva. Tiene mucha importancia para haber conseguido este trofeo."
"También llevo muchos torneos sin tener que retirarme y eso es muy importante para mí. Yo nunca soñé con ganar Roland Garros. Yo cuando era joven pensaba en mi siguiente torneo, o en mi siguiente entrenamiento. Después las cosas han ido pasando y solo puedo dar las gracias a todos los fans y a mi equipo, que en los momentos buenos siempre están y los más importante en los malos han sido decisivos".