Desde que el pasado 10 de marzo las autoridades mundiales de aviación civil prohibiesen el vuelo de los aparatos de su modelo 737 MAX hasta nueva orden por dos accidentes en los que murieron 346 personas, Boeing no ha parado de encadenar malas noticias. Las últimas, esta misma semana. En el arranque del periodo, la Administración Federal de Aviación Civil (FAA) informó de que algunas piezas del 737 MAX y del nuevo modelo 737 NG podrían estar fabricadas de forma inadecuada y sin seguir los estándares regulatorios de resistencia y durabilidad, lo que podría ocasionar daños al aparato en pleno vuelo.
A mediados de semana, Reuters informó de que Boeing está teniendo también problemas con su nuevo modelo, el 777X. El aparato, que según la compañía será el jet bimotor más grande del mundo, está teniendo dificultades con las pruebas del nuevo motor GE9X desarrollado por General Electric. Un nuevo obstáculo que se suma a los que ya registró con el ensamblaje de los propulsores y con las alas.
Este cúmulo de dificultades pone en duda que la compañía pueda cumplir con el calendario de entregas que tenía inicialmente previsto. La entrega del primer aparato a la aerolínea Emirates estaba programada para junio de 2020. Pero ahora, las fuentes citadas por la compañía la ponen en duda. Consideran que lo más probable es que las primeras entregas se realicen a finales del año próximo o a principios de 2020.
El 777X -será bautizado de forma definitiva una vez entre en servicio- será, según Boeing, además del avión bimotor más grande del mundo, el más eficiente, con un consumo de combustible un 12% inferior al de sus competidores y unos costes operativos un 10% inferiores a los de los aviones de otros fabricantes. Su motor, según la compañía, será el de bajo consumo más avanzado jamás construido. Será al menos un 5% más eficiente que cualquier otro de su clase.
Los problemas en el desarrollo de nuevos modelos son habituales en la industria aeronáutica por la complejidad que tiene el desarrollo de un avión. Airbus, por ejemplo, ha acumulado un sobrecoste de 7.000 millones de euros en el desarrollo de su avión de transporte militar A400M.
