Enermex tiene el plan de colocar en México poco más de mil 500 estaciones de venta de combustible en los próximos cinco años. La clave de la empresa para lograr este plan se esconde en el tamaño y formato de sus gasolineras.
La empresa mexicana desarrolló una estación portátil de aproximadamente 14 metros de largo y 5 metros de alto, que contiene un tanque para almacenar entre 35 mil y 45 mil litros de gasolina, las cuales planean llevar a zonas rurales, con muy poco espacio o localidades con baja competencia de marcas.
"Son gasolineras móviles que vienen ya preparadas, vienen en un tráiler, se bajan y se instalan", explicó Julio Jáuregui, presidente de la compañía especializada en importación y distribución de combustibles.
Mientras un punto de venta común tiene un costo entre 20 y 30 millones de pesos, el precio de éstas es de entre 6 y 9 millones de pesos.
Por ahora, las estaciones se fabrican en Ucrania con una firma especializada en la manufactura de equipo militar. De aquí se desprenderán los primeros 50 puntos de venta, dos de ellos serán instalados antes de agosto próximo en la sede de una cadena de supermercados -de la cual no se detalló el nombre- en la Ciudad de México y la zona del Bajío.
La empresa invertirá entre 150 y 200 millones de dólares en la construcción de una planta en el país, de la cual aún no definen su ubicación. "Queremos fabricarlas en un mismo sitio para producir unas mil 500 estaciones, que es donde pensamos está el nicho del negocio", dijo Jáuregui.
Uno de los costos importantes dentro de las estaciones de venta de combustible se desprende de la administración y operación de ésta, lo que impacta en el precio de gasolinas al cliente final. Este tipo de gasolineras pueden ofrecer precios menores de gasolina, aseguró Jáuregui, debido a que funcionan con energía proveniente de paneles solares y son de despacho automático.
La función de Enermex en este plan se basará en la fabricación, instalación de las ubicaciones y el suministro de las gasolinas, pues las estaciones serán colocadas vía franquicia con grupos gasolineros e inversionistas en solitario, quienes deben de poseer una área de terreno y gestionar los permisos ante la Comisión Reguladora de Energía (CRE) y la Agencia de Seguridad, Energía y Ambiente (ASEA).
"Se entrega la estación sin ninguna inversión; los terrenos y permisos, nosotros les ayudamos a conseguirlos (...). Nosotros como empresa, invirtiendo en la estación, tenemos un retorno de inversión de tres años”, explicó en entrevista.
